April 27, 2022

FAMILIAS IGUALITARIAS O FAMILIAS DEMOCRÁTICAS?: ¿QUE CONVIENE MÁS A LAS PERSONAS Y A LA SOCIEDAD?


FAMILIAS IGUALITARIAS O FAMILIAS DEMOCRÁTICAS?: ¿QUE CONVIENE MÁS A LAS PERSONAS Y A LA SOCIEDAD?

 

 

Luis Julián Salas Rodas

Sociólogo

Universidad Pontificia Bolivariana

Especialista y Magíster en Ciencias Sociales

Universidad de Antioquia

Magíster en Ciencias de la Educación

Universidad París XII

Luijus34@gmail.com

@LuisJulianSalas

Blog en Google: Familia y otros

Medellín – Colombia


En el programa periodístico virtual, de la plataforma You Tube, de Los Danieles, emitido el domingo 24 de abril de 2022, el senador y candidato presidencial Gustavo Petro Urrego se refirió, ante incisivas preguntas de los periodistas,  a diversos temas relativos a la agenda feminista en Colombia como la jefatura femenina, sus derechos, su doble y triple jornada, la necesidad de reconocer remuneración por las tareas del cuidado, la negación a la propiedad del suelo rural, el otorgamiento de crédito, el abandono paterno después de la procreación, el aborto, su disminución y su no criminización, el embarazo adolescente, el embarazo deseado que genera buenos ciudadanos, buscado como el embarazo mayoritario, dar más educación y poder a la mujer en la familia y la sociedad, critica al sistema patriarcal machista que  tiene el poder de hacer la Ley e imponerla dentro de la familias, el poder del hombre que discrimina y excluye a la mujer, inclusivo fuera de la familia.

 Con respecto a la noción de la familia igualitaria Petro dijo lo siguiente:

 La familia igualitaria que yo trato de practicar es difícil porque todos somos resultado de milenios de culturas patriarcales. Si la familia es autoritaria y no igualitaria, la familia tiende a degradarse. En la configuración de la familia igualitaria a mí me parece importante incluso para fortalecer la familia.  Aquí en política los de la Derecha dicen que son los de la familia, entonces van poniendo a los progresistas como si fueran destructores de la familia y resulta que si de alguna forma puede garantizar el fortalecimiento de la familia es precisamente desde las transformaciones progresistas. Si la familia es igualitaria y no autoritaria la familia es más unida, si la familia es autoritaria tiende a degradarse. Si el hombre domina a la mujer en todos los intersticios de la sociedad no solo en el poder político, la posibilidad de criminalizar a la mujer es más alta, en cambio si la mujer tiene poder como ya lo estamos observando ahí a duras penas en una sociedad, la mujer no va a dejarse criminalizar y va a aumentar su autonomía y libertad. Entonces, en respuesta, en concreto: si el presidente de la república no está de acuerdo con criminalizar a la mujer por abortar, pero el presidente de la república si estará de acuerdo en que construyamos los senderos del fortalecimiento de tal manera que el embarazo no deseado disminuya dentro de la sociedad colombiana.

 En su exposición Petro fue muy claro en sustentar su posición respecto al aborto y la no criminización de la mujer y en la necesidad e importancia de parte y la sociedad de empoderarla   frente a los abusos masculinos. El punto a discutir es lo que él entiende por familia igualitaria. No la define, sino que la opone a la familia autoritaria, la resultante de la familia patriarcal. Y he aquí el problema. Las familias no son iguales, ninguna familia es igual a otra. La estructura y composición de una familia puede parecerse a otra, ¡ojo! Parecerse no significa igualdad. Lo que caracteriza a las familias es su diversidad, sus diferentes dinámicas, sus distintos Cursos de Vida y trayectoria, sus desiguales condiciones socioeconómicas y calidad de vida. Y por ser las familias diversas es que se habla de las distintas formas de organización familiar, para dar cuenta no tanto de sus semejanzas como si de sus diferencias. La riqueza de las familias está en su diversidad no en su homogeneidad.   Existen varias clasificaciones de formas de organización familiar de acuerdo a su origen, estructura, dinámica, funciones, composición y fines. No hay una única clasificación mundialmente aceptada por la llamada Ciencia de la Familia. Y siguen apareciendo, para su validación por parte de la academia y los investigadores/as nuevas denominaciones de familia como: la familia multiespecie, donde la pertenencia y la convivencia con una mascota doméstica define la dinámica y funcionalidad al ser considerados y tratados como hijos/as, o la llamada familia múltiple, donde la presencia de hijos/as gemelos configura su estructura y razón de ser. Valga anotar que no toda forma de convivencia humana puede denominarse familia sino cumple con los requisitos necesarios definidos por la Ley y las costumbres. Se suele decir que la empresa donde trabajo es mi segunda familia. El hecho que haya familiaridad en el trato entre compañeros de trabajo no lace de la oficina, de la empresa, del lugar de trabajo una familia. Y, además, suelen denominarse, en forma equivocada, como familias, familias que no lo son como, por ejemplo, las familias homosexuales o lesbianas. Y digo equivocadas porque la construcción de la identidad y la orientación sexual son procesos individuales de construcción de la personalidad en el Curso de Vida y no de unas familias.

(Ver:  Formas, cambios y tendencias en la organización familiar en Colombia. Www.nómadas.ucentral.edu.co).

 El diccionario Oxford Languajes define la igualdad como: condición o circunstancia de tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma, o de compartir alguna cualidad o característica.           

 El mismo diccionario, ya citado, define el adjetivo igualitario, igualitaria así: que se fundamenta en la igualdad social o pretende conseguirla (…) El hecho de ser lo mismo o muy parecido, el hecho de tener el mismo valor (…) Que promueve, favorece o tiende a la igualdad.

 La denominación académica de familias igualitarias hace relación a aquellas familias donde ambos progenitores procuran los recursos económicos necesarios para el sostenimiento del hogar y reparten las tareas domésticas y el cuidado de los hijos/as.  (www.abc.es)

 Para Petro, que es un político profesional avezado, no un experto en familia, lo que define la familia igualitaria es no regirse por jerarquías autoritarias entre sus integrantes, en especial aquellas donde se impone el poder y la voluntad suprema del hombre sobre la mujer y los hijos/as. Es, como puede apreciarse una definición muy parcial e incompleta de la familia igualitaria. En la entrevista con los Danieles, Petro da un dato cierto y es que la tercera parte de los hogares colombianos, alrededor de 5 millones, están conformados por mujeres cabeza de familia.  Situación grave y dramática cuya principal causa, no la única, está en el abandono paterno de las responsabilidades inherentes de conformar una familia, de aportar económicamente, de criar, cuidar, formar y educar a la prole. Lo que también es cierto es que la mujer tiene la opción personal de ser madre sin tener una relación o vínculo con un hombre. Es más. Sin tener una relación sexual mediante la inseminación artificial.  En los hogares de jefatura femenina, que es una de las formas reconocidas de organización familiar, ya no es posible que concurra el factor de la igualdad por cuanto se carece de la figura masculina como esposo, compañero, padre responsable de los hijos y persona presente para el sostenimiento del hogar y las tareas domésticas. En este tipo de familias lo que prima es la desigualdad, la exclusión y la pobreza. La ley 82 de 1983, conocida como la Ley Mujer Cabeza de Familia fue expedida para dar una protección y beneficios económicos y sociales a las mujeres jefas de hogar.

 Feminización de la pobreza es el concepto acuñado para describir y explicar este fenómeno familiar, económico y social. Y aquí es preciso señalar que son las mujeres las que, en ausencia del hombre o en su presencia ejercen un poder autoritario, inclusive despótico en su relación con la crianza de los hijos/as.  Así que el concepto de familias igualitarias aplica, como un deber ser, es en las familias donde mediante el matrimonio, civil o religioso, o la unión de hecho conviven bajo un mismo techo, compartiendo además lecho y mesa una pareja, heterosexual o del mismo sexo, donde hay hijos/as.  Sin embargo, hay que reconocer que en las familias igualitarias los hijos/as cuentan con la imagen, la presencia de una figura protectora, positiva de identidad masculina paterna en su crianza y formación de su personalidad.

 Es en el campo jurídico, y no el social, económico y cultural que el término de la igualdad es deseable y aplicable. En las sociedades que se rigen por un Estado de Derecho la ciudadanía tiene el derecho a ser tratada en condiciones de igualdad frente a la Ley. En Colombia tanto la Constitución Política de 1991, como las sentencias de las altas cortes (Corte Constitucional, Corte Suprema de Justicia y Consejo de Estado) han eliminado todas las leyes y normas discriminatorias contra la mujer.  En 1981 el Congreso de la República aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979 y firmada en la ciudad de Copenhague el 17 de julio de 1980. Las altas cortes, por iniciativa de la ciudadanía, han suprimido del Código Civil, de origen napoleónico, todas las normas que el Régimen Patriarcal de Familia y la iglesia católica hizo incluir, por costumbre y moral religiosa. El fenómeno. La igualdad que los Estados democráticos deben reconocer y garantizar es la igualdad de las personas a tener y ejercer los derechos.  El problema de la desigualdad de la mujer, que aún subsiste, es de tipo cultural e ideológico y se refleja en la persistencia en ciertos sectores de la sociedad de mantener prejuicios, creencias, hábitos y practicas misóginas y violentas contra las mujeres.

 Con el nombre del matrimonio igualitario se conoce el matrimonio civil entre personas del mismo, sexo, que muchos países han reconocido su legalidad. El matrimonio igualitario es una conquista social y política del lobby del movimiento LBGTI. Lo de igualitario era la pretensión de equiparar este tipo de matrimonio al matrimonio entre parejas heterosexuales, con sus mismos derechos, para formar una familia incluyendo la adopción. EL matrimonio igualitario, siendo ya un derecho, es una especie de refundación de la familia nuclear tradicional y heterosexual. Desde esta perspectiva no puede considerarse como una nueva forma de organización familiar. Esta refundación de la familia nuclear, que es una entre otras formas de organización familiar, mantiene el discurso, la narrativa de considerarse, como bien dice la reconocida socióloga e investigadora María Cristina Palacio Valencia, como la familia más adecuada para el desarrollo y convivencia de sus integrantes frente a otras formas de organización familiar. Ideología que defienden y difunden las Asociaciones con Base en la Fe; ideología religiosa que considera a la familia nuclear como una superioridad moral por encima de otras formas familiares. Asociaciones que junto a partidos políticos cristianos en el Congreso conforman el colectivo Pro-Vida que se opone a toda forma de regulación del aborto. 

 El enfoque sistémico familiar concibe a la familia como la interrelación de tres subsistemas: el subsistema de la pareja, el subsistema parento-filial y el subsistema fraternal. Cada subsistema tiene sus propias funciones, retos, tareas, crisis y funciones. La buena comunicación y el establecimiento de relaciones y vínculos afectivos y emocionales entre sus integrantes son necesarios no solo para el buen funcionamiento de la familia en su integralidad, sino para resolver en forma adecuada y pacífica los conflictos. La fortaleza de la familia así concebida bajo el enfoque sistémico no es el principio de igualdad sino el de complementariedad entre los subsistemas.

 En ensayos anteriores hemos escrito acerca de la Unidad Persona-Familia para significar tan importantes son los Derechos Humanos de cada integrante como los Derechos Colectivos de la Familia, la Familia entendida como Sujeto Colectivo de Derechos y Obligaciones, derechos reconocidos por la Ley 1361 de 2009, de Protección Integral a la Familia. El reconocimiento, el respeto mutuo por el ejercicio de ambos derechos son claves para la convivencia pacífica y la Unidad Persona-Familia. En este nuevo paradigma familiar el concepto fundante nos es la igualdad sino la democracia. Desde 1994, declarado por las Naciones Unidas, el Año Internacional de la Familia, propuso como lema y tema de reflexión pública la Familia como la construcción de la pequeña democracia. Y debemos, también, a los movimientos feministas la denuncia, combate y deconstrucción de las consecuencias nocivas para las familias, las mujeres, los hijos/as y los mismos hombres del Régimen Patriarcal, de origen de la antigüedad greco-romana en Occidente. Antes que familias igualitarias lo que el Estado, las personas, las comunidades necesitan y requieren son familias democráticas.  ¿Qué se entiende por una familia democrática?

 Las Familias democráticas se construyen en el día a día, en la manera en que sus integrantes se involucran en la toma de decisiones y cómo actúan para la ejecución de estas. Es un proceso cambiante de permanente construcción de la autonomía de cada persona y de mecanismos para que participen. (Cómo construir una familia democrática. Www.icbf.gov.co).

 La autoridad, el poder, la toma participativa de decisiones, el cumplimiento de los derechos y el asumir las obligaciones y consecuencias, el concertar y negociar las normas y reglas familiares, el respeto a la dignidad humana de cada integrante y a su libre desarrollo y autonomía, la escucha activa y el diálogo, la convivencia pacífica, la práctica de la equidad, que no de la igualdad, de género al interior de la familia, la resolución dialogada de los conflictos  son, entre otros, elementos constitutivos de una familia democrática. La familia democrática no significa la ausencia de autoridad y su ejercicio por parte de padres, madres o cuidadores/as hacia los hijos/as, sino que no se concede espacio y validez a imposiciones autoritarias para hacer respetar las normas y reglas familiares. Aquí no puede imperar el principio de la obediencia debida y la sumisión. Ni expresiones como: en esta familia mandamos el papá y la mamá y a los hijos/as solo les cabe obedecernos.

 No podemos pretender construir y mantener un Estado y una sociedad democrática si antes, en las relaciones y los vínculos familiares. No adquirimos las vivencias y los beneficios de los principios y valores de la democracia en nuestras mediante el ejemplo, la enseñanza de las palabras y practicas entre todos los integrantes de las familias.  En el mundo existen diferentes regímenes políticos que gobiernan los países. La democracia y sus instituciones es el menos malo de los regímenes políticos posibles por cuanto existe la garantía de la alternancia del poder y un Estado Social de Derecho que reconoce los Derechos Humanos, económicos, sociales, culturales y ambientales de las Naciones Unidas a su población.  Y a una sociedad democrática le conviene, cómo no, promover y fortalecer las familias democráticas.

 En la propuesta de una familia democrática tiene cabida el movimiento social de las nuevas masculinidades y paternidades donde se llama a tomar conciencia de un nuevo discurso de la posición y desempeño de los hombres en la familia y la sociedad. Nuevos hombres sin el lastre atávico de las ideas y comportamientos del Régimen Patriarcal. Nuevos hombres que valoran y respetan a las mujeres y que desean tener hijos/as, paternar, hacerse responsables, como padres amorosos, en la tarea de crianza, cuidados, formación y educación de los hijos/as.

 Una verdadera familia democrática es de por sí una familia protectora, no destructora de sus integrantes. Y a diferencia de la familia igualitaria puede darse en cualquier forma de organización familiar. Siendo la familia la primera agencia de formación del ser humano, es en ella, también, donde debe de darse la primera formación de sujetos con principios y valores democráticos, sujetos que al llegar a la mayoría de edad sabrá participar y ejercer sus derechos y obligaciones ciudadanas. Los niños, niñas y adolescentes son titulares activos de derechos y de obligaciones, según su edad y capacidades. En las familias democráticas es donde se construye ciudadanía, donde se respeta y se hace realidad la Dignidad Humana.   


La unión, la solidaridad, la cooperación, el apoyo, la conversación, el diálogo intergeneracional, el amor conyugal y filial y las manifestaciones afectivas de amor y cariño son elementos que conforman una familia democrática, que al contrario de la familia autoritaria tiende a fortalecerse y no a degradarse.  En una familia democrática la unión posibilita afrontar y resolver los conflictos entre sus integrantes y tienen menos probabilidad de sufrir violencia intrafamiliar, abusos sexuales y maltrato infantil. Es en la familia democrática donde es posible en la vida cotidiana las prácticas de equidad de género entre hombres y mujeres tanto en la vida de pareja como en las relaciones entre hermanos y hermanas.  Equidad de género que posibilita a los integrantes de una familia democrática cambiar los lugares, las posiciones tradicionales entre hombres y mujeres tanto en su concepción como en su desempeño, y darle otros sentidos, otros significados de ser hombre o mujer. La familia democrática respeta y propicia las distintas maneras de desarrollar y expresar tanto la identidad como la orientación sexual de cada uno de sus integrantes y su pertenencia a distintos colectivos sociales y culturales.

 En el texto del ICBF de ¿Como Construir Una Familia Democrática? (www.ICBF.gov.co), se mencionan sus beneficios:

      Distribución equitativa de las tareas del hogar.

·         Mayor compromiso con las responsabilidades individuales.

·         Mayor colaboración entre los integrantes.

·         Ampliación de los espacios de diálogo.

·         Mayor participación en la toma de decisiones.

·         Disminución de los niveles de estrés entre padres, madres y cuidadores/as.

·         Aplicación de prácticas de autocuidado.

·         Mayor desarrollo de pensamiento crítico que protege a los niños, niñas y adolescentes diferentes.


Lo que es cierto es que no tendríamos en la sociedad familias igualitarias, ni familias democráticas sin los procesos y movimientos sociales de emancipación, de liberación femenina, desde la década de los años 60 del siglo XX, que movilizaron a las mujeres a tomar conciencia de su situación de inferioridad y a demandar de los Estados acciones jurídicas del desmantelamiento de normas patriarcales opresivas y discriminatorias contenidas en el Código Civil, como el de la Potestad Marital del varón, sobre su esposa y remplazarlas por nuevas leyes de equiparación de sus derechos civiles  como el de compartir la Patria Potestad con los hombres en las familias. Y un gran avance fue el de tener acceso a los métodos de planificación familiar y poder regular la natalidad. Los nuevos estilos de masculinidades y paternidades son la respuesta, aún incipiente, de responder a las nuevas feminidades y maternidades.  

 Tanto las familias igualitarias como las familias democráticas conllevan beneficios tanto para las personas como para la sociedad, ambas son convenientes, pero, reafirmamos, mientras las primeras solo cubren las familias conformadas ya sea por parejas heterosexuales o del mismo sexo, las familias democráticas dan cabida, espacio, en muchas otras formas de organización familiar. Así que, con mucho respeto, recomendamos al senador, al candidato y probablemente futuro presidente Gustavo Petro que no solo promueva en sus discursos las ventajas de la familia igualitaria para el empoderamiento de las mujeres sino, también, a la familia democrática.

 Para finalizar recogemos la frase afortunada de la doctora Ligia Galvis Ortiz, abogada, filósofa y experta nacional e internacional en familia:  La familia en la democracia y la democracia en la familia.

   

Medellín 26 de abril de 2022

 BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

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 Muñoz, Hernando. Hacerse Hombres. La construcción de masculinidades desde las subjetividades. Universidad de Antioquia. Medellín. 2017.

 Faur, Eleanor. Masculinidades y desarrollo social: las relaciones de género desde la perspectiva de los hombres. UNICEF. Arango Editores. Bogotá. 2004.

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 Paternidad … ¿y compromiso. Fundación para el Bienestar Humano. Medellín. 1990.

 Puyana, Yolanda, compiladora. Padres y madres en cinco ciudades colombianas. Almudena Editores. Bogotá. 2003.

 Puyana, Yolanda; Ramírez, María Himelda, editoras. Familia, cambios y estrategias. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas. Alcaldía Mayor de Bogotá. Secretaría de Integración Social. Bogotá. 2007.

 Puyana, Yolanda; Hernández, Amparo; Gutiérrez, Marta Lucía, editoras académicas. La organización social del cuidado de niños, niñas y adolescentes en Colombia. Experiencias urbanas. Javeriana Pontificia Universidad, Universidad pontificia Bolivariana, Universidad de Cartagena, Universidad Industrial de Santander, Universidad del Valle, Fundación Bien Humano. Editorial Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. 2021.