September 13, 2013

8  DE  SEPTIEMBRE
DIA INTERNACIONAL DE LA ALFABETIZACIÓN

Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien Humano


Desde hace 40 años la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) celebra el 8 de septiembre el Día Internacional de la Alfabetización.

En el mundo, 800 millones de personas son iletrados, 1 de cada 5 adultos no ha sido alfabetizado, dos terceras partes son mujeres y 72 millones de niños y niñas no están escolarizados, lo que serán los adultos analfabetas del futuro.  Se cree que la población analfabeta vive en los países del Tercer Mundo, no es así, un país desarrollado como  Alemania, de 82 millones de habitantes, tiene ocho millones de personas que no saben leer y escribir.

Se reconocen tres clases de analfabetismo:

Estructural: cuando la persona no sabe leer, escribir o calcular

Funcional: Es la incapacidad de una persona, a pesar de haber cursado algún grado de educación formal, para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las diversas situaciones de la vida.

Digital: Hace mención a la incapacidad de emplear las nuevas tecnologías de la información en la vida laboral y cotidiana por razones de ignorancia, conocimiento o exclusión social.

Sin la adquisición de las competencias básicas de la lectura, la escritura y el cálculo no es posible el desarrollo personal ni el logro de la autonomía  Problemáticas sociales  como la erradicación de la pobreza, la mortalidad y desnutrición infantil, el embarazo en adolescentes, la inequidad de género, la falta de oportunidades laborales, la generación de ingresos,  la desescolarización de niños y  la ausencia de participación ciudadana y política están asociadas a la mayor o menor tasa de analfabetismo en personas mayores de 15 años.

¿Quién es él analfabeta?  Es una persona a quien las circunstancias adversas de la vida le fué negado el derecho humano  a la educación.  La privación de este derecho fundamental lo margina del goce de una vida digna, lo excluye del acceso a los demás derechos.

Alfabetizar a un adulto no, es como pensamos los letrados, sacarlos, simplemente,  de su condición de analfabetas estructurales. En la sociedad del conocimiento del siglo XXI alfabetizar un adulto es restituir el derecho a la educación a plenitud, es decir, ofrecerle la oportunidad, si es su deseo, de integrarse y continuar sus estudios en el sistema educativo formal.

¿Cómo estamos en analfabetismo en Colombia,  Antioquia y  Medellín?   De acuerdo a las últimas cifras del DANE somos 46 millones de habitantes.  La tasa de analfabetismo en población mayor de 15 años es del 6.76%, en números: ¡3.100.000 personas son analfabetas estructurales! Es una vergüenza pública nacional.  Un fracaso del Estado Social de Derecho y de la sociedad. Es, para ilustrar, como si toda la población de los 10 municipios del Valle de Aburrá  fuesen iletrados.  No es, pues,  como afirman ciertos gobernantes y “expertos en educación” un asunto menor. 

Reconocemos los esfuerzos del Ministerio de Educación Nacional y de las Secretarias de Educación y  la existencia de políticas y programas dirigidos a la alfabetización de adultos   pero aun siguen siendo insuficientes. Si hubiese una verdadera voluntad política el analfabetismo adulto podría reducirse a casi cero, como lo han logrado otros países.

Antioquia es, de los 32 departamentos, el que cuenta con mayor número de iletrados en el país: 116.185.  En Antioquia la más educada  la prioridad es para la infancia y la adolescencia, los adultos y  adultos mayores pareciera ser que no están incluidos en el eslogan…

En Medellín las cifras de la problemática son también preocupantes: según dos estudios, la Encuesta De Calidad de Vida ECV y la Gran Encuesta Metropolitana de Hogares (GEIH), 51.702 personas mayores de 15 años son analfabetas estructurales, 225.000 personas entre los 15 y los 65 años son analfabetas funcionales y en cuanto al analfabetismo digital el 54% de los hogares no tienen computador y el 62.42% no tienen conexión a internet.

Ha informado la Personería de Medellín que en los últimos 10 años han llegado a la ciudad alrededor de 250.000 personas de distintas regiones rurales del departamento y del país. Personas y familias que huyen del conflicto armado o en búsqueda de oportunidades que desean ser ciudadanos y quedarse a vivir, como lo permite la Constitución Política, en la Ciudad Más Innovadora del Mundo. Con ellos en vez de disminuir, crece la tasa de analfabetismo y la demanda por vivienda y demás servicios.

La ECV define a la persona alfabeta como: “aquella mayor de 15 años que es capaz de leer un párrafo”.  Nos preguntamos: ¿toda persona que es capaz de leer un párrafo, es capaz de entenderlo, de escribirlo?  Bajo la anterior premisa se infiere que la población en analfabetismo estructural y funcional esta subestimada.  Esta en mora la Secretaría de Educación de Medellín en revisar los parámetros con los cuales establece la línea de base para estimar las tasa de analfabetismo estructural y funcional en la ciudad.
¿Qué acciones ha realizado la Fundación Bien Humano, FBH, por reducir el analfabetismo adulto?  En la FBH llegamos a la conclusión de que si no contribuimos a elevar el nivel educativo de  padres y madres, en el trabajo con las familias y la infancia, no se logran cambios y efectos perdurables  en las relaciones parento-filiales.  Fue así como desde el año 2000 decidimos iniciar un programa de alfabetización de adultos.  A la fecha 2.073 personas mayores de 15 años han restablecido su derecho a la educación.

En el 2009, con recursos propios,  de la Fundación Fraternidad Medellín y otras entidades privadas,  dimos un vuelco total a la alfabetización de adultos.  El resultado fue la propuesta Leer y Escribir la Realidad para ser Libres, orientada a la adquisición de habilidades de lectura, escritura y pensamiento matemático básico, de manera crítica y reflexiva, que les permite comprender y transformar la realidad.

Leer y Escribir la Realidad para Ser Libres ha posibilitado a sus participantes una nueva alternativa de vida personal, familiar y comunitaria. Se cuenta con un equipo de tutoras, licenciadas en educación,  con gerontóloga, sicóloga y trabajador social bajo la coordinación de un profesional doctorado en educación.  En la educación de adultos el apoyo y acompañamiento del equipo sicosocial es fundamental para mantener la motivación, evitar la deserción y atender de manera interdisciplinaria las situaciones personales y grupales que se presentan en la marcha.   Los participantes adultos, de los estratos 1 y 2,  reciben 400 horas presenciales, realizan salidas pedagógicas a distintos sitios de la ciudad, tienen, además,  la oportunidad de acceder a la alfabetización digital en las salas y bibliotecas públicas,  y aprenden, también, sobre el manejo de finanzas personales y familiares.  992 adultos, de 20 barrios de Medellín, han sido graduados y acreditados en los  CLEI 1 y 2 (Ciclo lectivo educativo integrado).  El 30% de ellos y ellas han continuado sus estudios formales.  

De la experiencia de Leer y Escribir la Realidad para ser Libres la FBH ha publicado dos textos los cuales se encuentran digitalizados para su consulta en la página web bienhumano@une.net.co/publicaciones

Son los testimonios de los participantes la evidencia más valiosa de cómo los nuevos conocimientos les posibilitaron a los participantes del proyecto, por primera vez, adquirir la conciencia del valor de la DIGNIDAD HUMANA, transformando sus vidas y la de su entorno familiar:

Profe, ya aprendí a leer y escribir, ya no me dejo tumbar de la señora de la tienda cuando me apunta lo “fiao” y me hace la cuenta”

“Ya puedo pasar más tiempo con mis nietos, porque ya me los dejan, porque ya les puedo ayudar con las tareas, porque estamos en el mismo grado”

“Ya puedo hacer los derechos de petición para que me den la ayuda de desplazados, ahora si me llegará a tiempo con lo que me enseñaron a hacer”  

 “Yo sé que dice un papel que tengo que firmar, es más, ya sé firmar y eso me daba mucha pena”

“Ya puedo moverme en el Centro y salir porque sé que dicen los buses”

“Ya no peleo tanto, ni grito tanto a mis hijos, porque aprendí a hablar con ellos y tratar de comprenderlos y a solucionar las cosas por las buenas”

“Ahora ya voy a participar de las elecciones de la junta de Acción Comunal del barrio y hasta, de pronto, vaya a la escuela a votar por el Alcalde”

“Desde que aprendí a leer y a escribir me matriculo en todos los programas que llegan al barrio: cursos de cocina, croché, decoración de fiestas y piñatas”

Yo aprendí a leer y escribir, por fin puedo leer la Biblia, sin tener que rogar a nadie para que me ayude”

“Voy a continuar mis estudios, ya me matricule en el CLEI 2, (cuarto, quinto y sexto grado de primaria)”

“Me sirvió para formarme como persona, amiga, para ser mejor mama, hermana, para mi formación personal, para salir de la rutina y para demostrarle a los demás que yo si soy capaz”

“Porque puedo ayudar a mis hijos con las tareas. El estar en el proyecto me ha dado las herramientas necesarias para seguir adelante y continuar estudiando, y también me ha enriquecido como persona”

“Antes no me sabia la cedula, ni mi número de teléfono ahora ya me los sé y además me gusta mucho salir de casa y participar en grupos que enseñan muchas cosas”

La meta que nos hemos fijado es la de obtener del Ministerio de Educación Nacional la acreditación  oficial del proyecto Leer y Escribir la Realidad para Ser libres como metodología flexible en la alfabetización y educación de adultos. 

Leer y Escribir la Realidad para ser Libres no es solo una propuesta pedagógica de alfabetización, es ante todo, una iniciativa de inclusión social y ciudadana, de profunda transformación humana.  Sin el valor encarnado de la DIGNIDAD los individuos no llegan a ser personas con conciencia, exigibilidad y práctica de sus derechos.

Restituyendo el derecho a la educación de los adultos iletrados cumplimos con nuestra misión institucional de “contribuir a crear una sociedad más justa, pacífica y democrática”.

Luis Julián Salas Rodas
Director Ejecutivo

Fundación Bien Humano