La familia multiespecie: ¿otro tipo de familia?
Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magíster en Ciencias
Sociales
Magíster en Ciencias de la Educación
Medellín - Colombia
familiayotros.blogspot.com
“Concepto significa
diseño, imagen, construcción o símbolo, concepción, idea u opinión expresada,
caracterización. Es la formulación de
una idea o imagen a través de palabras”.
“El término concepto tiene origen del latín conceptus, del verbo concipere, que significa algo conocido o formado en la mente,
y es considerado una unidad cognitiva de significado.”
Si hay un concepto complejo y difícil de definir en
las ciencias sociales y humanas es el concepto de familia. El mayor obstáculo es que no existe una
disciplina que tenga a la familia como único objeto de conocimiento. De la familia se ocupan, cada una desde su
particular enfoque, la sociología, la sicología, el derecho, la antropología,
la ética, la economía y el sicoanálisis. La “familiología” no existe en sentido
estricto. Existe la terapia familiar, la consejería de familia, la medicina
familiar como campos de trabajo profesional. Los equipos sicosociales que
asesoran e intervienen a las familias se forman en dichas disciplinas, de ahí
que les resulte tan arduo consensuar una mirada interdisciplinaria e integral
de los fenómenos familiares. Para poder comprender y dar dictamen sobre la
familia de los otros es menester primero realizar un proceso de introspección
personal sobre la propia vida familiar.
De las familia también se ocupan las doctrinas
religiosas las cuales han construidos discursos morales desde el deber ser de
la vida familiar. Si hay algo conocido y formado en la mente de las personas es
su vida e historia familiar. Lo que sucede o no y como sucede en la infancia y
adolescencia, si contamos o no con adultos amorosos, sí fueron o no satisfechas
nuestras necesidades materiales y afectivas dependerá, en buena medida, lo que
llegamos a ser en nuestra vida adulta.
La familia no es sólo asunto de conocimiento científico sino, además,
parte esencial de nuestras creencias, vivencias, actitudes y conductas. Todos
tenemos opiniones, juicios y prejuicios sobre la familia que contraponemos a
los hallazgos y evidencias científicas. La familia puede ser un infierno o un
paraíso o la mezcla agridulce de ambos.
No es posible dar una definición única de familia
que sea aceptada en su totalidad por la comunidad académica y científica. Lo
que si podemos es caracterizar los elementos que la conforman: el parentesco,
los vínculos afectivos y emocionales, la reproducción, las funciones, las
responsabilidades legales, su tipología, su estructura, su dinámica interna, la
comunicación, sus crisis y conflictos. Podemos, eso sí, afirmar que no es
familia: un grupo de amigos o amigas que comparten los gastos de sostenimiento
en una residencia no son familia, constituyen un hogar. Los compañeros y compañeras del trabajo no
constituyen una familia así se traten con familiaridad. No toda forma de
convivencia humana puede llamarse familia. En ocasiones es necesario que la ley la defina
como lo hizo la Corte Constitucional de Colombia frente al caso del
reconocimiento de las parejas homoparentales.
Cuando mencionamos las tipologías familiares nos
estamos refiriendo a la diversidad de su conformación y vínculos entre padres,
madres, hijos y parientes. Algunas
tipologías reconocidas: familia nuclear: papá, mamá e hijos; familia extensa:
conformada por tres generaciones: abuelos, padres e hijos; familia
monoparental: un padre o una madre sola a cargo de los hijos; familia
simultánea: conocida como “los tuyos, los míos y los nuestros”; familias
fraternas: conformada solo por hermanos y hermanos. Las tipologías son la
expresión de la diversidad, del poliformismo familiar, de los cambios internos
de la estructura familiar ante las transformaciones históricas, económicas y
culturales de la sociedad. Denominamos familia a la institución como tal y
hablamos de familias en plural cuando queremos significar su diversidad. Lo que
importa no es tanto tal o cual tipología sino que independiente de ésta la
familia cumpla con sus funciones ante sus integrantes, la sociedad y el
Estado. Discutible es la tesis que
refiere mayores riesgos y problemas para los hijos que carecen o crecen sin la
presencia de uno de sus padres, las
llamadas familias incompletas. Riesgos y
problemas se presentan en todas las familias, independiente, de su
conformación.
Y ahora tratemos del tema del artículo: la familia
multiespecie: ¿otra tipología familiar?
“La familia
multiespecie tiene su base en la construcción de lazos afectivos sin importar
la especie, un perro o un gato por ejemplo, que brindan afecto y que a su vez
reciben cuidado y cariño”.
“Usos
culturales y sociales permiten que en algunas familias se trate a un animal
como si fuera un hijo de la misma especie, sin antropoformizarlo, respetándolo
en su esencia específica animal, este estatus que las personas brindan al otro
de diferente especie, requeriría un trato especial desde lo jurídico y que se
lo reconozca como miembro de una familia”. (www.defensores.co)
En el período neolítico de la evolución humana,
hace alrededor de 500.000 años A.C, se descubrió y comenzó a usarse el fuego para calentarse ante las bajas
temperaturas, para protegerse de animales fieros, para fundir metales y
elaborar herramientas, y para la cocción de los alimentos. El ser humano es la
única especie del planeta que tiene la habilidad de encender un fuego. El lobo,
ancestro del perro, fue el primer animal en ser domesticado. Se cree que los
olores de la carne asada que se desprendían de la hoguera de los animales
cazados era olfateada por los lobos, quienes se aproximaciones sucesivas se fueron
acercando para obtener de los humanos el deseado alimento. Con la agricultura y
el pastoreo vino la vida sedentaria y la domesticación de otros animales como
las cabras, las ovejas, los cerdos, los caballos, los conejos, y aves de
corral, con el doble propósito de servir
de alimento e intercambio económico. La domesticación de los animales como los
perros y gatos implicó su cautiverio, su adiestramiento, su pérdida de
agresividad y su cruce genético, el
cambio de alimentación y la sumisión a la voluntad humana. Compañía animal a
cambio de proveer techo, protección y comida. El cuidado y nutrición de las
mascotas es hoy una industria global multimillonaria. Hay estudios que
concluyen el aporte de la proteína y grasa animal contribuyeron al desarrollo
del cerebro y la inteligencia humana, tesis que los vegetarianos y veganos no
comparten. (www.mundoanimalia.com).
(www.solociencia.com)
Los promotores de la propuesta de la familia
multiespecie argumentan la construcción de lazos afectivos entre humanos y
mascotas u otras especies animales para configurar una familia;
argumentan, también, que deben ser reconocidos en una categoría jurídica
especial de derecho.
Vamos por partes.
Si bien la construcción de lazos afectivos es factor importante en la
constitución y dinámica de una familia, dicho factor no es lo único, hay otros
determinantes, los cuales mencionamos antes.
Con amigos y ciertos compañeros de colegio o de trabajo podemos, y de
hecho, establecemos relaciones afectivas pero eso no da pie a que los
consideremos familia. Parecer no es ser. Se dice: “como si fuésemos un familia
pero “como” no significa ser.
Los Derechos Humanos surgen y tienen su fundamento
en el respeto a la dignidad humana, a la garantía que los Estados y la sociedad
deben procurar a las personas para que puedan disfrutar de una vida digna sin
discriminación o exclusión. Los derechos tienen su contraparte en el
cumplimiento de responsabilidades. Las
personas tienen derecho a su libertad y autonomía pero deben responder por sus
actos y asumir las consecuencias de infringir la ley. Pregunto: ¿los animales
son responsables de sus actos? ¿Cuándo
un perro, por ejemplo, muerde a un niño, quien debe responder él o su
dueño? Obvio responde el amo. ¿Cuál
sería, pues, la categoría especial de reconocimiento de los animales cómo
sujetos de derechos? ¿Deberá dejarse el
trato de amo – mascota? ¿Habrá que considerar y tratar a las mascotas cómo
menores de edad?
Proponen los defensores de la familia multiespecie
que los animales domésticos sean “tratados
como un hijo”. A Los animales se
les adiestra para lograr su obediencia, en
cambio las personas se forman y educan para la autonomía. Una cosa es el
deber, que el otro haga lo que uno quiera y otra cosa, muy distinta, la
responsabilidad. A un bebé no le es exigible ninguna responsabilidad pero a
medida que crece y se desarrolla, y de acuerdo a su edad y capacidades, la
familia y la sociedad le va demandando asumir responsabilidades. Los animales
no son objeto de dolo o culpa. Las
personas sí. Y si tomáramos la expresión ser “tratados cómo un hijo” en forma literal eso significaría que las
mascotas tendrían derecho a heredar bienes cómo los hijos biológicos o
adoptivos. Un asunto es que una persona
sin descendientes o herederos humanos decida dejar su patrimonio en fideicomiso
a su mascota y otra muy diferente que esta tenga el mismo derecho que un hijo a
heredar. ¿Estarían todos los hijos de acuerdo o sería motivo de conflicto? Y a
propósito de la adopción, no es lo mismo, ni tiene igual significado adoptar
una mascota que adoptar un niño o una
niña, baste con mencionar las implicaciones legales. Y no siempre los amigos de las mascotas las
tratan cómo debería ser; es recurrente los casos de mascotas que las dejan
solas, fines de semana, en las unidades residenciales generando sufrimiento
para ellas e incomodidades a los vecinos.
Insisten los adalides de la familia multiespecie
que no debemos “antroporformizar” ,
mejor será decir “humanizar” a los animales.
Resulta que tal acción la hacemos en forma constante. El éxito de los cuentos y dibujos animados
infantiles reside en imprimir características humanas a los animales cómo
lenguaje, pensamientos y sentimientos. A mi modo de ver, desde el punto de
vista de las especies animales antes que beneficios la domesticación y
convivencia permanente con lo humanos les ha traído perjuicios como trastornos
emocionales y de conducta. La
dependencia y el apego extremo los vuelve vulnerables a los estados de ánimo y
de personalidad de sus cuidadores; tanto así que ya se menciona una nueva
disciplina: la Zoopsiquitría que tiene como objeto el estudio del animal en
relación con la familia humana… Las mascotas se contagian de nuestros miedos,
ansiedades y neurosis. César Millán
conocido como el encantador de
perros nos muestra en su programa de televisión los problemas de
convivencia que crean a los perros los humanos por falta de conocimiento y
adiestramiento y como rehabilitarlos mediante ejercicio, disciplina y afecto. El
apego extremo a las mascotas conlleva elaborar duelos ante su muerte y, cada
vez más frecuente, acudir a servicios funerarios. Si ellas fuesen familia,
¿tendrían sus amos el derecho a solicitar a su empleador una licencia por
calamidad doméstica? Hay millones de personas que prefieren la exclusiva convivencia
animal domesticada a la incierta convivencia humana, y están en su derecho.
Caso aparte son los llamados “acumuladores de animales”, en especial de perros
y gatos, que cohabitan con decenas de ellos en condiciones de hacinamiento e
insalubridad; y que decir de los que prefieren la compañía de especies exóticas
prohibidas por la ley… ¿Tipifican cómo familia multiespecie? Y no entremos en
el debate ético-social de la sobre atención en cuidados y dinero a las mascotas
versus el déficit de cuidados e inversión a la primera infancia, por ejemplo,
ni en los planes de medicina prepagada, ni en los accesorios de vestuario que
les ponen.
La “humanización” de las mascotas no solo es darles
un nombre humano: Mateo, Lucas, Dante sino que los centros veterinarios hacen
ya las veces de notaría: al perro Mateo
lo registran con el apellido del propietario: Mateo Correa. ¿Qué tal? La progresiva “humanización” de las mascotas es un indicador de la creciente
dificultad que los seres humanos manifiestan por no querer mantener relaciones
afectivas, permanentes y profundas, con sus semejantes.
¿Quienes alientan y motivan el discurso de la "humanización" de las mascotas? Los mayores beneficiados son las empresas de concentrados, artículos para mascotas, quienes han encontrado en este "nicho de mercado" una fuente fabulosa de ingresos. A falta de bebés, biberones y pañales se incrementa la venta de los productos y mercancías para un pretendido bienestar animal.
¿Quienes alientan y motivan el discurso de la "humanización" de las mascotas? Los mayores beneficiados son las empresas de concentrados, artículos para mascotas, quienes han encontrado en este "nicho de mercado" una fuente fabulosa de ingresos. A falta de bebés, biberones y pañales se incrementa la venta de los productos y mercancías para un pretendido bienestar animal.
No estar de acuerdo con la clasificación de familia
multiespecie no significa que estemos en contra de tener mascotas en la
casa. De hecho, en todo el mundo,
aumentan el número de familias con mascotas. Los animales, como seres vivos,
deben ser respetados, protegidos y cuidados.
La crueldad y el maltrato animal no pueden tolerarse o permitirse. Debe sancionarse y penalizarse en los casos
graves. Muchas veces las familias deciden tener una mascota porque les parece
linda y graciosa mientras es pequeña, por moda, sin tener los medios económicos para
sostenerla y sin el espacio adecuado en la casa. Estas decisiones precipitadas
conllevan sufrimiento y abandono para la mascota.
Celebramos la medida de las autoridades municipales
de abolir el tránsito y transporte de carga por medio de caballos y darles la
oportunidad a los antiguos cocheros de optar por vehículos motorizados. Nos
complace que los municipios destinen albergues cómodos e higiénicos, con personal
cualificado, para atender perros y gatos callejeros, abandonados por
sus dueños. Como también nos complace la prohibición de tener animales en los
circos y las regulaciones oficiales para la compra-venta de especies domésticas
que les eviten maltratos y sufrimientos. Bienvenida toda iniciativa oficial o
ciudadana en beneficio de la calidad de vida animal. Ciertos son, también, los casos heroicos y
extraordinarios de perros que arriesgan sus vidas para salvar la de sus amos,
donde el apego, la fidelidad y la inteligencia canina nos asombran. Como ciertos son aquellos casos en que
pacíficas mascotas atacan súbitamente a sus amos, sin motivo aparente,
respondiendo a un instintivo comportamiento animal.
Siete perros he tenido desde mi infancia; el pesar,
el inconveniente mayor es que su ciclo vital es más breve que el nuestro y cada
muerte es una triste perdida. No los he percibido y tratado como a un hijo; me he tomado el tiempo y la paciencia para
adiestrarlos, me han proporcionado alegría, entretención y compañía pero nunca
se me ha ocurrido darles mi apellido, o autorizarlos a subirse al sofá o a las
camas, y siempre he estado atento a su salud y alimentación. Mi aprecio hacia ellos no me lleva a
considerarlos como parte de mi familia.
Me genera, eso sí, indignación y
desconfianza las personas que maltratan y desprecian a los animales. Confieso que las mejores ideas me llegan al
cerebro cuando paseo con Pinocho, así se llama mi séptimo perro.
Muy endebles y muy poca sustentación argumentativa aportan
los que abogan por que la familia multiespecie tenga un reconocimiento
académico y disciplinar. ¿Una familia nuclear con una mascota canina o felina
la definiríamos cómo multiespecie, cómo nuclear, o nuclear multiespecie? ¿Será
que llegará un día que se considere a una familia incompleta si carece o
no desee tener una mascota? ¿Será que
sin la mascota la foto de la familia
quedara incompleta?
La familia no es un sustantivo al que podamos
endilgarle cuanto adjetivo se nos pase por la cabeza. Insisto: no es admisible
llamar familia a cualquier forma de relación, vínculo o convivencia humana y
menos que su definición sea determinada por la tenencia o no de mascotas. Esta propuesta en vez de aclarar el concepto
de la familia humana la enreda y confunde aún más. En vez de hablar de familia multiespecie, hablemos mejor de convivencia multiespecie, entre humanos y animales, porque las mascotas son sujetos de protección y no de derechos.
Una última reflexión: “el perro es el mejor amigo del hombre” pero el hombre no siempre se comporta como el mejor amigo del perro, y me temo que en este incierto proceso de “humanización” serán las mascotas la que lleven, al final de cuentas, la peor parte…
(Otro documento relacionado con el tema ver en Google: familia y otros: Las mascotas como hijos y los hijos como mascotas: un nuevo fenómeno sociocultural, año 2018)
Una última reflexión: “el perro es el mejor amigo del hombre” pero el hombre no siempre se comporta como el mejor amigo del perro, y me temo que en este incierto proceso de “humanización” serán las mascotas la que lleven, al final de cuentas, la peor parte…
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3 comments:
Aveces en las veterinarias ponen el nombre del perro con el apellido del dueño por mera practicidad. Generalmente con la hora de entrega y de la probable salida.
Pero no lo hacen por ponerle "apellido" al perro,
Es para saber simplemente quien es el dueño, y entregarlos más rápido.
Y también x q muchas veces los dueños los dejan abandonados en las veterinarias, y ya por lo menos con algunos datos (tel., cel, dirección) es más fácil dar con el dueño irresponsable x lo menos para que pague la consulta o el baño.
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Excelente articulo, me sirvió de mucho. Gracias
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