LA EDUCACIÓN FAMILIAR PREVENTIVA: UNA ESTRATEGIA VÁLIDA PARA EL LOGRO DE
CAMBIOS POSITIVOS DE ACTITUD Y DE COMPORTAMIENTO
Alcances y límites bajo el modelo de trabajo de la Fundación para el
Bienestar Humano.
PONENCIA PRESENTADA EN EL SÉPTIMO CONGRESO
COLOMBIANO DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL
Luis Julián Salas Rodas
Sociólogo
Especialista y Magister en Ciencias Sociales
Magister en Ciencias de la Educación
Director Ejecutivo de la Fundación Bien
www.bienhumano.org
CONTENIDO
1. DESCRIPCIÓN DE LA INSTITUCIÓN
2. JUSTIFICACIÓN
3. MARCO FILOSÓFICO
4. PRINCIPIOS PARA LA ACCIÓN
4.1 De la Relación Profesional
4.2 De los conocimientos y su enseñanza
5. CÓMO SURGIÓ LA HIPÓTESIS DE TRABAJO
6. PROCESO MEDIANTE EL CUAL LA HIPÓTESIS SE
CONVIRTIÓ EN EL PROGRAMA FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA
7. COBERTURA GEOGRÁFICA Y POBLACIONAL DEL PROGRAMA FORMACIÓN
PARA LA VIDA EN FAMILIA: 1975 – 1997
8. COMPROBACIÓN DE LA HIPÓTESIS DE TRABAJO
CONCLUSIONES
1. DESCRIPCIÓN DE LA INSTITUCIÓN
La Fundación para el Bienestar Humano es un
organismo no gubernamental, entidad privada, de utilidad común, sin ánimo de
lucro, fundada en 1934 con personería jurídica No. 24 de la Gobernación de
Antioquia.
Está conformada por: La Asamblea de socios, la Junta
Directiva, el Director Ejecutivo, los Comités asesores de la dirección, el
personal administrativo y los profesionales docentes, que trabajan en el área
del bienestar humano y social a fin de contribuir a crear una sociedad más
justa y amable.
Desde el año de 1972 trabaja en todo el territorio
nacional, en sectores urbanos y rurales, para fortalecer la familia,
específicamente en el área de las interrelaciones de pareja y padres e hijos a
nivel preventivo.
Los programas de la Fundación para el Bienestar
Humano van dirigidos, básicamente, a personas mayores de 18 años, bien sean
solteras, parejas o padres de familia. También capacita multiplicadores, o sea,
educadores, líderes comunitarios y personas cuyo trabajo se relacionen con la
familia.
Su objetivo es desarrollar, fortalecer,
reestructurar y propiciar cambios necesarios en las relaciones familiares, para
crear en la familia una conciencia de permanencia y un clima de relaciones
sanas y estables, que ofrezcan a los hijos las posibilidades para desarrollar
una personalidad capaz de interactuar y enfrentar diferentes situaciones en su
presente y futura convivencia familiar y social.
La Fundación ha hecho presencia en 478 municipios
del país, capacitando alrededor de 40.000 padres de familia y 38.000 educadores.
La proyección cuantitativa global del trabajo realizado se estima en 850.000
personas.
La Fundación para el Bienestar Humano se cataloga
dentro de las instituciones de educación no formal. Específicamente en el área
familiar preventiva.
Sus programas son:
Formación para la Vida en Familia. A este programa pertenecen los
cursos-talleres de Vivamos en Familia y Construyendo la Familia y los talleres
educativos Encuentro de familias, Encuentro de parejas, Asertividad,
Autoestima, entre otros, además de la serie y campaña radial Vivamos en
Familia.
Formación para el Trabajo con la Familia. Capacitación a
multiplicadores.
Periódico Generación.
Investigación Social.
Crédito Educativo.
Libros, Folletos y recursos didácticos.
El que el individuo desarrolle una personalidad
armónica que le permita asumir en las diferentes etapas de la vida las diversas
responsabilidades y papeles sociales que debe desempeñar, está influido por una
serie de factores de índole biológicos, psicológicos, intelectuales y
socioculturales que deben hacerse presentes en respuestas a las demandas de sus
necesidades.
La familia es la principal institución que influye
en este proceso, debido a que:
El hombre nace en ella y en ella obtiene la
primera, la más íntima relación de su vida, la más determinante del sentido que
confiere luego a su identidad y a su existencia, porque en el marco estructural
y funcional de su familia, es donde el individuo encuentra dadas y ancladas las
realidades que constituyen el núcleo original de su personalidad.
Corresponde pues primariamente a la familia y
dentro de ella de modo especialísimo a los padres, la responsabilidad de
ofrecer al hijo, fundamentalmente en las etapas formativas un clima de
relaciones interpersonales positivas y estables, que le aseguren la experiencia
de sentirse en un mundo acogedor, en un mundo abierto, físico y humano, que lo
invita a que lo explore sin miedo ni fracaso.
Los padres de familia se encuentran pues
enfrentados a una responsabilidad única, ineludible y difícilmente reemplazable
y la inmensa mayoría de ellos no tienen acceso a los conocimientos inherentes
al desarrollo, que les proporcionen los elementos necesarios para comprender los
fenómenos propios del crecimiento de sus hijos, la verdadera trascendencia de
la relación formadora y las opciones para efectuar cambios o mejoras en el
difícil desempeño del papel de padres y de pareja.
La institución dedica todo su potencial humano y
financiero al área de la educación familiar preventiva, posibilitando a la
pareja, a los padres y madres de familia, a las personas solteras y a los
educadores el conocimiento científico necesario para un adecuado desempeño en
el rol de pareja y formadores de los hijos.
Se trata de dar una opción y respuesta a la familia
para que logre desarrollar, fortalecer, reestructurar y propiciar en las
relaciones familiares cambios necesarios para crear un clima de relación
estable, y una conciencia de permanencia que ofrezca a la pareja y a los hijos
la posibilidad de desarrollar una personalidad sana, capaz de interactuar y
afrontar diferentes situaciones de la convivencia familiar y social.
La educación familiar preventiva es una estrategia
acertada para permitir a las personas y a las familias realizar cambios de
actitud y de comportamiento, y de esta forma lograr una mejor calidad de vida.
La investigación y evaluación permanente de las acciones y los testimonios de
los participantes han confirmado la validez de la estrategia. La Fundación ha
realizado 10 investigaciones evaluativas de su modelo de trabajo, cuyos
resultados aparecen publicados en: Cómo trabajar con padres y madres de
familia. Un modelo de acción familiar preventiva. F.B.H. Medellín. 1994.
El principio fundamental, del cual emanan los
demás, es el RESPETO POR LA DIGNIDAD DE LOS PARTICIPANTES, sean ellos padres de
familia, personas solteras o educadores. Esto significa:
Creer en los participantes, en sus capacidades y
posibilidades para aprender, reflexionar y llegar a conclusiones propias, que
los lleven a efectuar cambios en su vida de interrelación familiar -los padres
de familia y los solteros-, y en su vida profesional, -los educadores- en lo
atinente a la relación educar padres de familia.
Aceptar a los participantes como son, a pesar de
sus defectos, limitaciones o conflictos en su vida familiar o profesional y escuchar
sus opiniones, dudas o reclamos, en forma positiva.
Respetar las ideas de los participantes. Esto
implica enseñar con convicción, pero no imponer ideas a los demás.
Ante los conflictos o situaciones que expresen los
participantes, la actitud del profesional debe ser no juzgadora. Limitará por
lo tanto su intervención a dar elementos que ayuden a las personas a llegar a
sus propias conclusiones.
Delimitación de la relación profesional, en el
tiempo. Esta durará mientras transcurre el curso que se dicta.
Partimos del presupuesto que las ciencias sociales
y de la salud, están en proceso de desarrollo. No hay pues verdades absolutas.
Por lo tanto se transmitirán los conocimientos científicamente comprobados, sin
dogmatismo pero con convicción y sustentándolos científicamente.
Para ser buen padre o buena madre no solo se
requiere de un proceso biológico e instintivo. Los conocimientos que nos dan a
comprender el desarrollo, son trascendentales en el desempeño como padre de
familia.
Aceptamos que:
El comportamiento humano es la suma de factores los
cuales al interrelacionarse producen diferentes efectos. Por lo tanto no hay
causas únicas generales que expliquen el comportamientos particular de cada
cual.
El proceso básico de desarrollo de los seres
humanos es el mismo, pero se ve influido por el medio sociocultural.
Evidenciamos que no siempre es posible a los
participantes explicarse las causas de un determinado comportamiento, dado el
hecho de que muchas motivaciones son inconscientes.
Nuestro trabajo es a nivel preventivo. No podemos
interpretar comportamientos ni aconsejar. Solamente damos elementos para el
análisis, a la luz de los conocimientos científicos.
Trabajamos con personas “normales”. Los casos
terapéuticos no son objeto de nuestras acciones.
El trabajo con solteros sólo se debe realizar
cuando ellos, no por su edad sino por la madurez emocional, pueden involucrarse
en el fenómeno de la relación padres-hijos.
La esencia del objetivo de trabajo de la Fundación
es propiciar cambios o mejoras en las relaciones familiares.
Los conocimientos relativos al desarrollo del ser
humano y al ciclo vital de la familia son el elemento básico utilizado para
propiciar el cambio, pero este no es dirigido. Se espera que cada participante
efectúe los que considere convenientes, después de analizar y reflexionar a la
luz de la teoría, sobre su desempeño de padre.
Proponemos el conocimiento, como el elemento para
el cambio, pero aceptamos que no todas las personas puedan cambiar con base en
este presupuesto.
Para que el cambio pueda darse es elemento esencial
de nuestro trabajo el que los participantes puedan expresar y analizar sus
vivencias, sentimientos o situaciones familiares, para confrontarlas con los
conocimientos impartidos.
La transmisión de conocimientos debe basarse en la
libre discusión e intercambio, en medio de un clima de confianza y respeto
mutuo. Por lo tanto dicha transmisión debe hacerse en forma horizontal,
profesional-participante, y no en forma vertical, de un profesional que posee
la verdad a un grupo de personas que todo lo ignora. Todo lo que signifique:
molestar, agredir o subvalorar a los participantes, crea defensa en ellos y
bloquea la integración de conocimientos.
El profesional puede utilizar en su trabajo con
grupos, las técnicas de grupo que encuentre apropiadas al conocimiento que
enseña y a la dinámica propia del grupo, siempre que dichas técnicas sean las
utilizadas en educación. No se hará uso de las propias del trabajo a nivel
terapéutico, como el psicodrama.
Se enseñará los conocimientos con la profundidad y
el lenguaje previsto en los manuales que edita la Fundación.
El profesional no debe dejarse angustiar por las
demandas de los participantes en busca de soluciones o consejos a sus problemas.
Debe por lo tanto seguir siempre la línea de analizar comportamientos a la luz
de los conocimientos científicos. Si ignora la respuesta a una pregunta, la
actitud debe ser la de aceptar el hecho, consultar y luego dar la respuesta
acertada.
5. CÓMO SURGIÓ LA HIPÓTESIS DE TRABAJO
Ante la alta incidencia en nuestro medio de
personas que no logran desempeñarse como de ellas se espera en el medio
familiar y social, convirtiéndose en un obstáculo para el logro de los fines de
la comunidad, la Fundación para el Bienestar Humano se preocupó por encontrar
salidas creativas y preventivas para contribuir a la solución del problema. En
1973, la institución decidió dedicar todo su potencial humano y económico a un
programa que apuntará a prevenir en la familia, los conflictos padres-hijos,
por ser esos conflictos una de las causas fundamentales del inadecuado
desempeño social de las personas.
Esta decisión tuvo una clara sustentación teórica,
científica y filosófica, en la razón de ser de la vida familiar y de la
interrelación padres e hijos y en el papel que ambas juegan en el desarrollo de
la personalidad de los seres humanos.
La Fundación para el Bienestar Humano,
reflexionando acerca de la manera de dar forma a un programa de Prevención
Primaria de los conflictos relacionales que se generan en la familia entre
padres – hijos, llegó a establecer la siguiente hipótesis de trabajo:
Adquirir conocimientos es uno de los elementos que genera cambios de
comportamiento en las personas. Por lo tanto si se da acceso a los padres y
madres de familia a los conocimientos relativos al desarrollo de la
personalidad del ser humano, se les dará oportunidad para que hagan cambios o
mejoras en su desempeño como formadores de los hijos.
PROCESO MEDIANTE EL CUAL LA HIPÓTESIS SE CONVIRTIÓ
EN EL PROGRAMA FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA.
Basados en la hipótesis ya mencionada, empezó a
surgir el diseño del programa el cual previó:
La población a la cual iría dirigido. Padres y
madres de familia y solteros mayores de 18 años. Las formas establecidas para
que la población tuviera acceso al programa fueron 2: o por motivación directa
de la Fundación en las comunidades; ó por solicitud de personas, instituciones
u organizaciones públicas o privadas.
Objetivo del programa. Que los participantes
obtengan: los conocimientos relativos al proceso de desarrollo de la
personalidad del ser humano a través del ciclo vital; las razones de los
comportamientos de niños, adolescentes y adultos, y las implicaciones de los
progenitores en la formación de los hijos, para que efectúen cambios o mejoras
en su actual o futuro desempeño como padres de familia.
Conocimientos a compartir con los participantes
Los relativos a las etapas del desarrollo de ser
humano a través del ciclo vital – infancia, edad escolar, adolescencia, edad
adulta, madurez y vejez – basados en la teoría freudiana al respeto.
Los relacionados con el desarrollo intelectual de
la persona durante el ciclo vital según el pensamiento de Jean Piaget.
Los referentes aspectos del desarrollo biológico –
herencia, órganos de la reproducción, embarazo, parto, y lo propio del
desarrollo adolescente.
Lo concerniente a la influencia del medio ambiente
en el proceso de desarrollo humano, según Natha Ackerman, Erick Erickson, Paul
Horton y Chester Hunt y Francis Merril.
Se previó que los anteriores conocimientos se
tomarían en la medida en que atañen a la vida familiar y con la profundidad
requerida para que propiciaran una buena relación padres – hijos.
-
Establecer entonces cuáles de esos conocimientos y
en qué medidas se utilizarían, presupuso elaborar unos contenidos tentativos y
confrontarlos con las inquietudes, intereses y necesidades de los padres. Este
proceso no termina, se da permanentemente.
Los medios.-
El programa está diseñado como educación no formal,
por lo tanto no se requiere un requisito previo en educación para participar en
él.
Los conocimientos se estructuraron a manera de
curso o taller, el cual fue elaborado para diferentes medios de acuerdo con las
necesidades de los usuarios y las posibilidades de la Fundación.
El programa Formación para la Vida en Familia se
inició en 1974 en Medellín y Valle de Aburrá. Se trabajó en forma presencial –
con grupos - Para 1978 se estableció un nuevo medio para llegar a la población,
el radio, y en 1979 se implementó la distancia – por correspondencia -.
En el año de 1980 se empezó a editar el periódico
Generación, tabloide de 4 páginas el cual se edita 4 veces al año y se envía a
quienes han participado en programas de Formación para la vida en Familia.
Tiene como fin reforzar los conocimientos y la motivación al cambio de los
participantes en el programa.
Diseño de los medios.
Para el trabajo presencial – con grupos –
El Curso - taller presencial de Formación para la
Vida en Familia tiene una duración de cuarenta horas y opera con la siguiente
metodología:
Al iniciar cada tema, los participantes analizan
los objetivos educativos. Al finalizar, responden un test para medir su
aprendizaje.
Técnicas de grupo: Las más empleadas son la charla,
el Phillips 66, rumor, cuchicheo y sociodrama.
Recursos didácticos: Carteleras para los aspectos
biológicos e intelectuales; franelógrafo para los aspectos psicológicos;
audiovisuales como resúmenes finales de los desarrollos biológicos y
psicológicos; audio; estudio de casos y autoformación.
Evaluación final del taller elaborada por los
participantes.
Tanto los objetivos como los resúmenes y los
recursos didácticos han sido diseñados y elaborados por la Fundación, en
respuesta a las necesidades de aprendizaje de los participantes en el programa.
Para trabajo a distancia – correspondencia –
Se ha elaborado con base en veintinueve lecciones
contenidas en 8 paquetes. La metodología de las lecciones está desarrollada con
base en el método Sucre, así:
Nombre y objetivos del tema a tratar.
Primera lectura, de motivación o ambientación al
tema.
Cuatro o cinco lecturas de contenidos. Cada lectura
lleva incluída una serie de ejercicios para que quien estudie, responda
preguntas, haga comparaciones, resúmenes, y establezca similitudes o
diferencias con su propia experiencia y conocimientos.
Espacio con sugerencias, que motiva a la persona a
reflexionar sobre lo aprendido y a sacar sus propias conclusiones.
Test final y un espacio para que la persona anote
sus dudas e inquietudes. El test y las consultas son remitidas a la Fundación,
en donde se procesan y se devuelven al participante con las debidas
anotaciones.
Evaluación final del taller elaborado por los
participantes.
Pasos del trabajo a distancia. Lo más común en la
utilización de este medio ha sido el establecer en un barrio, municipio o
institución, un número determinado de participantes, a cargo de un responsable.
Las funciones de éste son:
Motivar a un grupo de participantes.
Ser el intermediario entre la Fundación para el
Bienestar Humano y el grupo.
Recibir el material de lecciones que envía la
Fundación para el Bienestar humano y entregarlo a los participantes.
Recibir del grupo, los test correspondientes a cada
lección y remitirlos a la Fundación para el bienestar Humano.
Sostener la motivación del grupo y estar atento a
las situaciones que surjan y que deterioren la realización del programa.
Para la Radio.
La serie radial Vivamos en Familia, consta de
veintinueve programas de media hora cada uno. Su metodología comprende:
Promoción. Con quince días de anticipación a la
iniciación de la transmisión de la serie se pasan por la emisora diez cuñas o
promociones diarias alusivas a los temas y su importancia, días y horas en que
se transmitirá.
El primer programa es de ambientación y explicación
sobre la serie, los veintiocho restantes se transmiten diariamente de lunes a
sábado o como sea conveniente a los radioescuchas.
Los libretos de cada programa están elaborados con
la siguiente metodología, saludo e instrucciones preliminares, objetivo del
tema a tratar, motivación del tema, conocimientos relativos a la primera parte
del programa, resumen parcial; intermedio musical, conocimientos relativos a la
segunda parte del programa; resumen parcial; resumen general del tema; espacio
musical para que el radioescucha reflexione y elabore sus propias conclusiones.
La enseñanza de los conocimientos incluye técnicas
para que el radioescucha trabaje el tema, y así, responda a preguntas, hace
comparaciones, resúmenes, establece similitudes o diferencias con su propia
experiencia y conocimientos. Estos espacios son musicalizados. La serie está
grabada a dos voces.
Los cuadernillos: Cada tema va acompañado de un
cuadernillo el cual puede adquirir el radioescucha en la emisora, Contiene los
veintiocho temas en que está dividida la serie, El tratamiento que se da a cada
tema es el siguiente:
Los objetivos del tema; espacio para trabajar dos
de los ejercicios; los resúmenes y un espacio para conclusiones. Llevan
ilustraciones.
Campaña Radial Vivamos en Familia
Es una campaña educativa preventiva dirigida a
padres, madres y personas solteras; su objetivo es similar a la de los talleres
de formación para la vida en familia: La campaña consta de ocho subcampañas.
Cada subcampaña incluye tres mensajes de 20 segundos cada uno, los cuales
transmitidos, gratuitamente, nueve veces al día por las emisoras vinculadas a
la campaña.
COBERTURA GEOGRÁFICA Y POBLACIONAL DEL PROGRAMA
FORMACIÓN PARA LA VIDA EN FAMILIA: 1975 – 2000
Municipios atendidos: 478
Departamentos atendidos: 32
Formación Vida en Familia
Cursos realizados: 2.498
Número de participantes: 52.799
Cursos presenciales realizados: 1.363
Número de participantes: 34.555
Cursos a distancia realizados: 753
Número de participantes 16.740
Serie Radial Vivamos en Familia
Transmisiones realizadas: 433
Número de cuadernillos entregados: 15.101
Campaña Radial Formación para la Vida en Familia
Campañas transmitidas: 1.214
Emisoras que han transmitido la campaña: 473
8. COMPROBACIÓN DE LA HIPÓTESIS DE TRABAJO
La hipótesis planteada para este modelo partía de
adquirir conocimientos para efectuar cambios de actitud y comportamiento.
Comprobarla presuponía hacer cuatro estudios con los participantes en el
programa Formación para la Vida en Familia, así:
Integración del conocimiento al recibir cada uno de
los temas del taller Formación para la Vida en Familia.
-
Permanencia en el tiempo de los conocimientos
adquiridos en el taller Formación para la Vida en Familia.
-
Cambios de actitud y de comportamiento efectuados
por los padres de familia participantes en el programa Formación para la Vida
en Familia en el desempeño de su papel como formadores de los hijos, al
finalizar el taller.
-
Permanencia en el tiempo de los cambios de
comportamiento en el desempeño del papel de formadores de los hijos realizados
por quienes participan en el programa Formación para la Vida en Familia.
-
Este proceso investigativo se realizó en la forma
que a continuación se describe.
Integración de conocimientos al recibir cada uno de
los temas del programa Formación para la Vida en Familia.
Este estudio se realiza permanentemente en la
Fundación en cada uno de los talleres, con el total de la población
participante.
Para medir el aprendizaje se tiene elaborado: para
presenciales 6 test con 6 ú 8 preguntas cada uno; para distancia 25 test con el
mismo número de preguntas. El proceso a seguir en ambos casos es corregir las
preguntas bajo estos parámetros:
Acertada – respuestas sin errores.
Incompleta – respuestas acertada pero que omiten
conceptos.
Confusa – respuestas con aciertos y errores a la
vez.
Erradas – respuestas solamente con errores
Sin respuesta – omisión de la misma.
Durante todos estos años no se ha encontrado
diferencia en el aprendizaje ni por área geográfica, ni en talleres
presenciales o a distancia, ni en el tiempo o sea de unos años a otros.
La tabulación global de los tres primeros años de
medición de integración de los conocimientos arrojó el siguiente resultado:
Respuestas acertadas 89%; incompletas 5%; confusas
2%; erradas 3%; sin respuesta 1%.
Sobre el aprendizaje por radio también se ha hecho
evaluación. Se realizó con 72 personas en Amalfi y Concordia en Antioquia y San
Vicente de Chucurí en Santander en el año de 1981. El resultado fue:
Respuestas acertadas 58%; incompletas 14%; confusas
4%; erradas 17%; sin respuesta 7%.
Este primer estudio arrojó pues un resultado muy
satisfactorio en relación con su propósito.
Permanencia en el tiempo de los conocimientos
adquiridos en el taller Formación para la Vida en Familia.
Dos o tres años después de haber recibido el taller
presencial, se realizó con los participantes el presente estudio. Se tomaron
para él los participantes en talleres presenciales en los años comprendidos
entre 1975 y 1978. De un total de 1949 participantes se tomó una muestra del
23% en los municipios de Caldas, Marinilla y Medellín, en comunidades de
estratos medio – medio, bajo.
Al tabular la información por municipios y barrios,
ésta no arrojó diferencias significativas por área geográfica o estrato, por lo
tanto los resultados globales obtenidos fueron: respuestas acertadas 68.50%;
incompletas 7.75%; confusas 4.75%; erradas 11%: sin respuesta 8%.
Lo anterior indica que la permanencia del
conocimiento entre quienes recibieron los talleres de Formación para la Vida en
Familia, es muy satisfactoria. Este hecho indicó a la Fundación el tercer paso
a seguir en la comprobación de la hipótesis de trabajo.
Cambios de comportamiento efectuados por los padres de familia
participantes en el programa Formación para la Vida en Familia, en el desempeño
de su papel como formadores de los hijos, al finalizar el taller.
Transcurrieron varios años entre la realización del
estudio anterior y éste, debido a consideraciones específicas sobre las
técnicas de investigación y su validez.
Ya en 1988 y 1989, la Fundación decidió emprender
el estudio mencionado. La muestra estuvo conformada por el 55% de los 2.437
padres y madres participantes en los talleres presenciales y a distancia.
Los participantes residían en 23 municipios del
departamento de Antioquia. Al tabular la información recolectada no se
encontraron diferencias significativas por municipio. Las cifras globales
arrojadas fueron: sí hicieron cambios 98%; no hicieron cambios el 2%; el total
de cambios fue 2.848 y el promedio de cambios por persona 2.95%.
La relación con el tipo de cambios realizado por
las personas, encontramos que éstos se efectuaron en relación con treinta
asuntos básicos en el desarrollo el ser humano a través del ciclo vital. Las
cifras más altas de cambios se encuentran en los mayores logros que se esperan
del programa Formación para la Vida en Familia. Los cambios anotados derriban
patrones y creencias muy arraigadas en la población. Anotamos a continuación
los más sobresalientes, en su orden y en relación con el número de cambios, no
del de personas.
Comprender más a los hijos y darles más confianza:
40.02%; castigar sin violencia o con menos violencia 34.17%; ser más cariñoso
con los hijos, quererlos más 30.93%; tratar mejor a los hijos, no ser tan
ofuscado, rígido y mal genio con ellos 30.30%; comprender más al adolescente,
interesarse en su vida, darle cariño, dialogar con él 27.48%; aceptar las
manifestaciones de la curiosidad sexual en los niños y dar educación sexual
21.63%; comprender más a la pareja, dialogar y relacionarse mejor con ella
16.20%; dialogar con los hijos y escucharlos, comunicarse mejor 13.79%;
expresar amor al recién nacido 8.78%.
Poseedora la Fundación de esta información, quedaba
dentro del proceso de confirmación de la hipótesis de trabajo conocer si los
cambios de comportamiento permanecían o no en el tiempo, en quienes lo
realizaron.
Permanencia de los cambios de comportamiento en el desempeño del papel
de formadores de los hijos, realizados por quienes participan en el programa
Formación para la Vida en Familia.
En el año de 1991 se definió realizar esta última
investigación con los mismos participantes en el estudio que le antecedió. Se
trabajó con el 35.11% de las 957 personas que realizaron cambios. Sus
respuestas en relación con la permanencia en ellos, del cambio, se puede
sintetizar así:
En el 76.4% de los entrevistados los cambios
permanecen; sólo permanecieron en parte, en el 17.9% y no permanecen, o sea que
se perdieron, en el 5.7%.
Al indagar si las personas hicieron o no nuevos
cambios, el 44.8% respondió afirmativamente. Es interesante observar cuales
fueron esos nuevos cambios; veamos los más sobresalientes:
Dialogar con los hijos, escucharlos y comunicarse
menor 20.9%; comprender más a los hijos y darles más confianza 17.7%;
comprender más a la pareja, dialogar y relacionarse mejor con ella 13.3%;
tratar mejor a los hijos, no ser tan ofuscado, tan mal genio y tan rígido con
ellos 12.2%; castigar sin violencia o con menos violencia 11%.
Finalizado el análisis de los cuatro estudios
realizados con un alto porcentaje de la población participante en el programa
Formación para la Vida en Familia a fin de comprobar la hipótesis de trabajo de
la Fundación para el Bienestar Humano en ese programa, se pudo llegar a la
siguiente conclusión:
Efectos que tiene en relaciones familiares y el
desarrollo de los hijos, el nuevo repertorio actitudinal y comportamental
adquirido por los padres de familia con el programa Formación para la Vida en
Familia (Vivamos en Familia).
Luego de comprobada, con las investigaciones
precedentes, la hipótesis de trabajo y más específicamente, la efectividad de
cada paso del proceso secuencial de aprendizaje con el que se garantiza una
estabilidad comportamental en los padres debido a los conocimientos
(información) y las reflexiones (procesamiento) facilitadas por el programa. La
Fundación para el Bienestar Humano quiso indagar sobre las características de
los efectos que tenía en las relaciones familiares, y en el desarrollo de los
hijos, el nuevo repertorio actitudinal y comportamental de las personas que
realizan el curso.
Para ello fue necesario pensar en una investigación
cuya población objeto de estudio directo no fueron las personas que habían
recibido el programa (tratamiento), sino quienes sin haberlo realizado reciben
las influencias de éste o sea los hijos.
Fue así como en 1995 – 96 con el estudio denominado
“La relación padres – hijos. Fundamento de la convivencia
social” el grupo de padres pasó a ser instrumental y los hijos el
grupo de estudio, (no como grupo control) ya que es el grupo que recibe la
influencia de la intervención o del programa.
El estudio se realizó con 38 niños entre 8 y 12
(ambos sexos) años, 43 jóvenes (ambos sexos) entre 12 y 18 años y los
respectivos padres, (69) que habían realizado el curso – taller Vivamos en
Familia entre 1992 y 1993.
El estudio concluyó que los nuevos estilos
comportamentales de los padres tienen un efecto positivo en las relaciones
familiares y en el desarrollo armónico de los hijos, los cuales reconocieron un
incremento en los factores de protección y disminución de los factores de
riesgo y atribuyeron el hecho a lo adecuado de los comportamientos de los
padres sobre todo en la expresión afectiva, donde en un 95.06% de los casos los
hijos describen comportamientos que denotan una expresión afectiva adecuada
hacia ellos. En el ejercicio de la autoridad de forma que promueva la autonomía
y la responsabilidad, la adecuación en el comportamiento de los padres se dio
en un 80.24% y en la comunicación verbal abierta en un 74.07% Estos hechos
permiten catalogar a los padres como figuras identificatorias positivas ante
sus hijos.
Alcances y límites de la educación familiar preventiva.
El posibilitar el acceso al conocimiento científico
sobre temas relativos al ciclo vital humano si posibilita cambios positivos de
actitud y de comportamiento en las personas.
El conocimiento científico debe darse en forma
pedagógica y adaptarse al lenguaje y al contexto socioeconómico, cultural y
educativo de los participantes.
El taller educativo – reflexivo propicia el
encuentro del conocimiento científico con el saber personal y grupal de los
participantes.
El conocimiento entendido como mera información no
genera por sí solo cambios positivos de actitud y de comportamiento en las
personas. Para que esto suceda es fundamental que el conocimiento sensibilice
la conciencia y afecte la percepción, la reflexión y la experiencia vivida de
las personas.
Las condiciones de vida de las personas como:
pobreza, marginalidad, intenso conflicto psicosocial, analfabetismo, carencias
afectivas y materiales, entre otros, son factores objetivos que limitan el
alcance de la educación familiar preventiva. La intervención sobre estas
poblaciones demanda otros enfoques y estrategias.
El conocimiento debe ser comprensivo, integrado y
permanecer como pauta de orientación; solo así es posible el cambio de actitud
y comportamiento.
La utilización adecuada de técnicas y metodología
de trabajo grupal facilitan los procesos de enseñanza – aprendizaje. Su empleo
inadecuado limita los resultados esperados en los programas de educación
familiar preventiva. Las metodologías no son un fin en sí mismo, son
herramientas de trabajo y siempre deben de estar al servicio del conocimiento,
la reflexión y la participación.
Los cambios positivos de la actitud y de
comportamiento son el resultado de un proceso secuencial, intensivo e integral.
Eventos puntuales como conferencias magistrales o mensajes masivos de corta
duración no logran impactar en forma significativa.
Los programas y las acciones de educación familiar
preventiva deben tener un carácter sistémico y de integralidad que involucre,
en lo posible, a todos los miembros de una familia, aun cuando por motivos de
método o de edad, género, generación y ocupación logística, se intervenga por
separado en cada subsistema familiar, es esencial no perder de vista la unidad
y el fortalecimiento de las relaciones intrafamiliares.
Si bien la sociedad colombiana reconoce y acepta
las nuevas tipologías familiares aun el estado del conocimiento acerca de la
estructura y funcionalidad de esta realidad es precario e insuficiente. Esta
carencia investigativa limita el diseño, contextualización y ejecución de
programas específicos de promoción y prevención a estas nuevas familias.
La Fundación a podido constatar la validez de los
niveles y ciclos de cambio propuestos por Hersy y K.H Blanchard; Management Of
Organisational Behavior, en cuanto a que hay una relación directamente
proporcional entre el tiempo requerido y el grado de dificultad para el logro
de los diversos niveles de cambio.
Si bien los testimonios son
importantes y deben ser valorados y aceptados como prueba del cambio, en la
medida de lo posible deben, además, ser confrontados con las personas que
conviven con el participante
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