Miradas y
conceptos en torno a la dinámica familiar
Luis Julián
Salas Rodas
Sociólogo
Universidad
Pontificia Bolivariana
Especialista y
Magíster en Ciencias Sociales
Universidad de
Antioquia
Magíster en
Ciencias de la Educación: Opción Desarrollo Social
Universidad
París XII
Luijus34@gmail.com
X:
@LuisJulianSalas
Blogs en Google:
Familia y otros: Juntas Directivas ONG; ONG y Gerencia Social
Medellín -
Colombia
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La palabra familia viene del
latín. Es una palabra derivada de famulus que significa sirviente o
esclavo. La palabra familia era equivalente, en la antigua Roma
esclavista, a patrimonio e incluía no solo a los parientes sino también a los
sirvientes de la casa del amo
(www.etimologías.dechile.net).
La familia como primera escuela y
agencia de formación de los seres humanos
Decimos que la familia es la primera
escuela por cuanto es en ella donde se inicia el proceso de la crianza de los
seres humanos. Criar, levantar hijos, sacarlos adelante, implica
proporcionarles el afecto, la protección, los cuidados y la satisfacción de sus
necesidades materiales. También suele decirse que la familia es la primera
agencia de formación de los seres humanos. Por agencia, en familia,
entendemos la capacidad de obrar, de actuar de manera consciente para conseguir
sus propósitos de bienestar y convivencia pacífica. Es el ámbito de la
socialización, de lo personal y de la sociabilidad, la relación con los otros.
Por formación, entendemos las enseñanzas y acciones que los padres o adultos
responsables inculcan, en la vida cotidiana, a los hijos en cuanto a normas,
valores, creencias y costumbres indispensables como preparación para la
integración social y cultural. La familia es una institución de carácter
universal e histórica de las sociedades.
La familia se origina por lazos,
vínculos de parentesco (impuesta).
afinidad (elegida) o buscada (adopción). Estos vínculos y relaciones
entre los miembros de una familia crean derechos y obligaciones reciprocas de
ayuda, colaboración, solidaridad. La familia es un espacio de interacción y de
convivencia humana donde se configuran y expresan distintas emociones y
sentimientos, a veces encontrados, como la alegría, la tristeza, el amor, el
enojo, el dolor. Es en la familia donde aprendemos la lengua materna, el
lenguaje. el idioma que nos permite hablar, comunicarnos. Vivir en familia
implica dedicar tiempo, esfuerzos y recursos para realizar las tareas, los
oficios domésticos de la casa. La familia también es un lugar de encuentro
entre los géneros: hombres y mujeres y de las distintas generaciones: abuelos,
padres, hijos, primos, tíos, sobrinos, primos. La familia hace parte del orden
social, de la vida privada. Un sitio intermedio entre la vida pública, que
pertenece a todos, y la vida íntima, que pertenece al fuero exclusivo de cada
persona.
Es en la familia donde se inicia el
proceso de socialización, entendido como la forma como adquirimos los valores,
las normas, las creencias, las tradiciones y las costumbres y las relaciones
que nos permiten vivir en una sociedad y cultura determinada. Aprendemos a
socializar de los padres, quienes hacen sus veces y los parientes, pero ellos
también aprenden de los hijos a jugar, a ser más pacientes, a reír más, a ser
más imaginativos, a emocionarse con las cosas simples, a sorprendernos con sus
preguntas y ocurrencias, y a disfrutar el placer de aprender cosas nuevas. El
proceso de socialización es, pues, de doble vía.
¿Cómo aprendemos los valores y las
virtudes en la familia? A diferencia de la segunda escuela que requiere de
maestros, profesores y salones de clase, la enseñanza de los valores y las
virtudes las aprendemos en la primera escuela: la familia, mediante las vivencias,
la palabra y el ejemplo que nos dan los padres y las personas adultas cuando
son buenas y adecuadas figuras de identificación; sobre todo del ejemplo. Como
bien dice el refrán popular: la palabra enseña, pero el ejemplo arrastra. Los
valores son cualidades positivas de la personalidad que nos permiten guiar
nuestra conducta y obrar de forma correcta tales como: la honestidad, la
sensibilidad, la gratitud, la prudencia, la humildad, la amistad, el respeto,
la responsabilidad, la libertad, la lealtad, la verdad, la paciencia y la
sinceridad.
En la familia también aprendemos el
valor de la compañía, de la fraternidad y la rivalidad con los hermanos y
hermanas, a compartir los alimentos, el baño, las alcobas. Vivencias tempranas
que nos enseñan a socializar luego con los compañeros del centro de desarrollo
infantil, de la escuela y el colegio.
Los valores y las virtudes, que se
perfeccionan con el paso de los años, nos orientan en la vida para la búsqueda
del bien, la verdad y la justicia. Forman nuestra conciencia moral. Sin
embargo, también podemos aprender a obrar mal si en vez de adecuadas figuras de
identificación adultas, ellas nos dan mal ejemplo. La imitación obra en los dos
sentidos. O si faltamos a la coherencia entre el pensar, el sentir y el obrar,
en particular frente a los hijos.
No todos los niños y las niñas nacen y
crecen en el seno de una familia. Unos son abandonados por sus progenitores y
dados en adopción a otras familias con pocos meses de vida y otros no logran
ser adoptados y pasan sus años de infancia y adolescencia en instituciones
privadas. La mejor opción es la adopción. Progenitor es quien da vida a otro.
Padre o madre es quien cría, forma, educa y brinda amor y protección.
La privación del afecto ya sea por
muerte temprana de uno o ambos padres o la carencia afectiva aun teniéndolos
puede generar en los niños retrasos en su desarrollo físico, intelectual y
trastornos emocionales severos, ansiedad, desorden en la alimentación, ansiedad
y rechazo a quienes lo cuidan.
No debemos idealizar a la familia como
un ejemplo de perfección e ignorar los problemas que en ella acontecen
como: el maltrato y abuso sexual
infantil, la violencia, física y psicológica, de pareja, entre padres e hijos,
los castigos físicos, el embarazo adolescente, el feminicidio, que deja a los
hijos en situación de orfandad y vulnerabilidad. el incesto y la celotipia.
Tampoco la debemos condenar como la causa de todos los males de las personas y
de la sociedad. Cómo toda creación humana es falible, imperfecta, pero
susceptible de mejorar. No está exenta de desavenencias, de conflictos entre
sus integrantes. Los conflictos son inevitables, incluso a veces son
convenientes. Lo que no es conveniente es la resolución violenta, agresiva de
los conflictos pues causan sufrimiento personal y daños a la integridad física
y a la convivencia pacífica.
Dice un sabio proverbio africano que: se
necesita toda una aldea para educar un niño. Adaptando el proverbio a
nuestro contexto significa que no solo la familia de origen educa, forma a un
niño o una niña, también influye el vecindario, la comunidad, la escuela, los
maestros, los profesores, los compañeros, los medios de comunicación. La
familia, ya dijimos, es la primera escuela, la primera agencia de formación del
ser humano, pero no la única responsable en esa tarea de educar al niño y la
niña.
El hogar y la familia
La palabra hogar proviene del latín fogare
que hace alusión al lugar de la casa donde se encendía el fuego para preparar
los alimentos. En la prehistoria de la humanidad, cuando se vivía en cavernas,
fue descubierto la manera de encender un fuego para cocinar la carne de los
animales cazados. La hoguera era el sitio donde nuestros ancestros se reunían
para comer y compartir en grupo los alimentos.
En muchas ocasiones empleamos la palabra
hogar como sinónimo de familia y no es así. Existen hogares no familiares y
hogares familiares. Los primeros es cuando una persona o grupo de personas
ocupan la totalidad o parte de una vivienda y que sin ser parientes entre si
ocupan la totalidad o parte de la vivienda que se han asociado para compartir
gastos como el alquiler, la comida y la dormida. Las residencias estudiantiles
son un ejemplo de los hogares no familiares. Los hogares familiares son
aquellos donde también se comparten el techo, la dormida y la comida, pero,
mantienen vínculos de parentesco y afinidad. En estas guías nos vamos a referir
a los hogares familiares.
La Constitución Política y la familia en
Colombia
La Constitución Política de 1991
reconoce a la familia como una institución básica de la sociedad, como un
sujeto político a quien se le pueden imputar derechos y obligaciones y es
merecedora de la protección integral por parte del Estado y la sociedad. Al ser
incluida en la Constitución la familia es también objeto de inversión de las
políticas públicas y sociales tanto del Gobierno Nacional, mediante el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, como de las entidades
territoriales como los departamentos, distritos y municipios del país a través
de sus respectivos planes de desarrollo.
Las definiciones legales de familia en
Colombia
Aquí es pertinente retomar la definición
legal de familia que emitió el Consejo de Estado en el año 2013:
(…) Una estructura que se constituye a partir de
un proceso que genera vínculos de consanguinidad o afinidad entre sus miembros.
Por lo tanto, si bien la familia puede surgir como un fenómeno natural producto
de la decisión, libre de dos personas. Lo cierto es que son las
manifestaciones de solidaridad, fraternidad, apoyo, cariño y amor, lo
que la estructuran y brindan cohesión a la institución.
Lo que el Consejo de Estado afirmo con
total claridad es que la familia no es solo el establecimiento de vínculos de
sangre, de parentescos o afinidad civil, sino que, además, es indispensable que
se sientan y expresen valores humanos en las relaciones y vínculos de sus
integrantes.
La Ordenanza # 47 de 2019 de la Asamblea
Departamental de Antioquia define a la familia: como la primera comunidad y
tejido relacional, social e intergeneracional de lazos afectivos y formativos a
las personas unidas por nexos de consanguinidad, afinidad, civiles o de
crianza. Es la unidad vital y existencial del ser humano y núcleo fundamental e
institución básica de la sociedad.
Desde sus diferentes formas de
conformación, la familia está convocada a potenciar las capacidades de sus
miembros y a protegerlos como a fomentar las expresiones de solidaridad,
fraternidad, apoyo, amor, cuidados, respeto, ayuda mutua y educación integral
entre quienes la conforman. Esta llamada a decidir libre y responsablemente
tener o no tener hijos, así como la adopción, la crianza y procreación.
Las familias se constituyen ya sea por
matrimonios civiles, religiosos o uniones de hecho. Las uniones de hecho, que
están reconocidas por la Ley, son la forma de constituir familia en un mayor
número.
Vemos pues, como desde la Ley y el
Derecho es muy claro y definido lo que se entiende por familia en nuestro país.
Se asume la noción de FAMILIA en
singular como norma e institución jurídica, y la noción de FAMILIAS en cuanto a
su pluralidad y diversidad de formas de organizaciones familiares presentes en la
sociedad.
Los Derechos Humanos y los Derechos
Colectivos en la Familia. La Unidad Persona – Familia
La familia concita dos tipos de derechos
que vienen a ser complementarios: los Derechos Humanos Universales, declarados
por la Organización de las Naciones Unidas ONU en 1948, un gran logro de la
civilización humana. derechos incorporados en nuestra Constitución Política; y
los Derechos Colectivos, que son 19, de la Ley 1361 de 2009 de Protección
Integral a la Familia. (Para una mayor información consultar en Google tanto la
declaración de los Derechos Humanos como el contenido de la Ley 1361 de 2009).
Estos dos derechos son complementarios pues aluden a que en la familia debemos
propender por el establecimiento de la Unidad Persona – Familia. Es decir que
la familia como proyecto de vida colectiva debe reconocer y respetar los
Derechos Humanos de cada uno de sus integrantes, de sus aspiraciones, intereses
y proyectos de vida, pues ellos se fundamentan en el principio de la Dignidad
Humana. La dignidad es un valor intrínseco de cada ser humano y consiste en la
valía, en el propio merecimiento y en el que deben darnos los demás en su trato
diario. La dignidad también implica que el Estado, la sociedad y la familia
deben procurar dar las condiciones para satisfacer las necesidades básicas y
desarrollar nuestras capacidades, habilidades y talentos. Y, a su vez, cada
integrante de la familia debe aportar a la búsqueda y mantenimiento de una vida
familiar en armonía y convivencia pacífica entre todos. En eso reside la Unidad
Persona -Familia.
Las dimensiones humanas de la familia
La familia reúne cinco dimensiones
humanas de la mayor importancia: la sexualidad, la procreación, la
con-vivencia, la sobrevivencia y la coresidencia. Cada una de estas dimensiones
responde a las funciones que la sociedad ha delegado en la familia y que espera
que ella se haga cargo. No siempre es posible para la familia el cumplirlas a
cabalidad. Circunstancias y situaciones adversas y carencias materiales como:
la pobreza, la falta de una alimentación adecuada, la exclusión, la desigualdad
social, el conflicto armado, en el caso de Colombia, el desplazamiento forzoso,
los confinamientos, el bajo nivel educativo y desempleo de los padres, el
abandono, la falta de vivienda y de
servicios públicos adecuados, el hacinamiento,
las enfermedades y la deficiente atención en salud, el ,alcoholismo, la
drogadicción, la violencia intrafamiliar, la lejanía y falta de vías de
comunicación para las familias rurales y los desastres naturales inciden en que las familias no puedan cumplir
con sus funciones y responsabilidades con sus integrantes. Y es en estas
desfavorables circunstancias donde las familias necesitan el apoyo y
acompañamiento del Estado y la sociedad.
Las capacidades, habilidades, talentos y
fortalezas internas de las familias
Sin restar atención e importancia a las
problemáticas de las familias hay que ver y reconocer en ellas sus aspectos
positivos, las capacidades, habilidades, talentos innatos, fortalezas internas
y brindarles las oportunidades reales para que puedan desarrollarlas y
desplegarlas tanto de sus integrantes como del colectivo en pleno.
Las capacidades de los
integrantes de una familia pueden ser su: vida, salud e integridad física, el
empleo de los sentidos, imaginación, pensamiento, sentir y expresar emociones,
el aprendizaje de nuevos conocimientos y saberes, la recursividad, las
relaciones sociales, comunitarias, con el entorno, el medio ambiente, el juego,
la participación ciudadana en lo público y la política. Según la filósofa
Martha Nussbaum las capacidades humanas tienen que ver con las libertades y
oportunidades que tienen a disposición las personas en su sociedad y entorno
para elegir y tomar decisiones para afrontar y resolver situaciones y problemas.
La resiliencia es la capacidad que tiene una persona o una familia para adaptarse,
afrontar la adversidad y recuperarse ante las situaciones difíciles de la vida
y salir fortalecido. La resiliencia es una capacidad que se construye a través
de la experiencia, que puede aprenderse y desarrollarse. La resiliencia nos
ayuda para mejorar la salud mental y emocional.
Las habilidades para trabajar
en equipo, generar ingresos y emprendimientos productivos y sostenibles a la
economía familiar. El desarrollo de los
talentos musicales, deportivos, creativos y manuales.
Las fortalezas internas
como: la solidaridad, la cooperación, la unión, la comunicación, el diálogo, la
escucha activa, la empatía, la actitud positiva ante la vida, la dedicación, la
disciplina, la negociación y solución pacífica de los conflictos, el perdón.
Transformaciones, cambios y formas de
organización familiar:
La familia, tanto como institución, como
grupo humano, no es estática, ni inmodificable. Si la sociedad, las culturas
cambian, la familia cambia. Y a la vez, la familia influye en ellas. La familia
del ayer no es la misma de la del presente; y la futura no será igual a la de
hoy. En algunos países sus gobiernos han intentado acabar con la familia y
pretender que el Estado se ocupe de las cinco dimensiones ya anotadas, pero no
lo han logrado.
Otros cambios que impactan a la familia
son los demográficos. En los años 50 del siglo XX el promedio de hijos por
mujer era de 7. En la actualidad es de 2.9 hijos por mujer. Cada vez las
familias son más pequeñas y el promedio de vida de las personas viene aumentando.
La fecundidad de las mujeres ha descendido por muchos factores: un mayor nivel
educativo, mayor acceso al mundo laboral y el uso generalizado de métodos
anticonceptivos. Según el Departamento Nacional de Estadística DANE, la
esperanza de vida de las mujeres es de 77.72 años y la de los hombres es de
73.80 años. Las mujeres viven más años
que los hombres. A medida que las personas viven más y nacen menos niños, la
población se va envejeciendo Esta situación tiene repercusiones en los sistemas
de salud, seguridad social y pensiones. El cuidado de las personas mayores en
las familias será un asunto que deba prestarse más atención por los miembros
más jóvenes.
Una de las transformaciones de las
últimas décadas en Colombia, y otros países latinoamericanos, ha sido en las
nuevas formas de organización familiar que coexisten con las más tradicionales
y antiguas que más conocemos:
·
Familia nuclear: es conformada por una pareja,
un hombre y una mujer, y sus hijos que viven bajo un mismo techo.
·
Familia extensa: es la conformada por tres o más
generaciones, abuelos, padres y nietos/as que conviven en una misma vivienda.
Esta forma de organización familiar se denomina, también, ampliada.
·
Familia reconstituida: es aquella
formada por una pareja adulta en la que al menos uno de los conyugues, o ambos,
tiene un hijo de una relación anterior. Se conoce también como la familia de
los tuyos, los míos y los nuestros.
·
Familia monoparental: es cuando solo está presente uno solo de los
padres, ya sea el hombre o la mujer a cargo de los hijos. Puede ser de jefatura
masculina o femenina. En el país es mayor las familias monoparentales de
jefatura femenina. La familia monoparental es la forma de organización familiar
que más viene aumentando en el país.
·
Familia homoparental: es la que
conforman una pareja del mismo sexo, sean hombres o mujeres. La Ley colombiana
les permite adoptar hijos.
·
Familia transnacional: cuando uno de
los padres o ambos residen en el exterior, por motivos laborales o políticos y
los hijos quedan a cargo de otros familiares adultos. A pesar de no compartir
techo, ni comida persisten los lazos y vínculos emocionales o afectivos
mediante el empleo de Internet, el celular y las redes sociales. Generalmente
los padres en el exterior envían remesas para los gastos de sostenimientos de
los hijos.
·
Familia multicultural: se da entre
personas que vienen de culturas o etnias diferentes y forman familia en el país
de acogida.
·
Familia de crianza: es la familia
que surge de hecho, cuando hay convivencia permanente, afecto, protección,
auxilio, y respeto mutuo, Esta forma de organización familiar contempla el
hijo de crianza entendido como la persona que ha sido acogida para su cuidado,
protección y educación durante un periodo de tiempo no menor de cinco años por
una familia o personas diferente a la de sus padres biológicos sean estas
familias consanguíneas o no. (Ley 2388 de 2024).
·
Familia con mascotas: es aquella en la
que los seres humanos y otros animales domésticos como perros y gatos
establecen vínculos emocionales y afectivos en su convivencia.
·
Familia fraterna: alude a la situación donde no
hay presencia de los padres y por lo tanto solo conviven hermanos y hermanas.
·
Familia campesina: Es la que reside en
corregimientos, veredas, centros poblados y rural disperso. ocupa de las
actividades de la agricultura, la ganadería, la pesca de la cual derivan su
sustento económico ya sea como propietarios, arrendatarios, aparceros o
jornaleros.
·
Hogar unipersonal: son los compuestos por una sola
persona. Se trata de hombres o mujeres solteros, separados, divorciados o
viudos que viven solos.
Como bien podemos apreciar no existe una
sola forma de organización familiar. No puede decirse que una sea más adecuada
o mejor que otra. Lo más importante es que cumplan con las funciones tanto como
proyecto de vida colectivo como con los proyectos de vida individual. Estas
distintas formas de familia son el resultado de los cambios y transformaciones
históricas en la sociedad. Así como la
riqueza de una selva es su biodiversidad, la riqueza de una sociedad reside en
su socio-diversidad. Si bien existe el reconocimiento legal y social de
distintas formas de organización familiar no toda forma de convivencia humana
la podemos denominar familia.
Muchos cambios han ocurrido, y otros más
sucederán, en el funcionamiento, composición y dinámica familiar. Lo que no ha
cambiado, ni cambiará, es que los 5 primeros años de vida, lo que se conoce
como Primera Infancia, son muy importantes por cuanto es en ellos donde se dan
las bases de la manera de ser, de la personalidad, del desarrollo intelectual y
el biológico. Y son los padres, o quienes hagan sus veces, los que tienen a
cargo esta responsabilidad. De ahí que es indispensable una crianza amorosa,
humanizada, donde se cumplan las 7 metas del desarrollo infantil que propone el
Grupo de Puericultura de pediatras de la Universidad de Antioquia: autoestima,
autonomía, creatividad, felicidad, solidaridad, salud y resiliencia. (www.udea.edu.co/crianzahumanizada).
La puericultura es la rama de la
medicina y la ciencia dedicada al cuidado y atención de los niños y niñas
durante sus primeros años de vida, desde el nacimiento hasta finalizar la
infancia temprana en los aspectos relacionados con la salud, el desarrollo
físico, emocional, familiar y social. (www.asepri.com).
La Política Pública de Apoyo y
Fortalecimiento a las Familias de Antioquia
Un gran avance para las familias de
Antioquia es que el departamento cuenta con una Política Pública para el Apoyo
y Fortalecimiento a las Familias, en cumplimiento de lo ordenado en la Ley 1361
de 2009, de Protección Integral a la Familia. (Ley ya citada). Política
adoptada por la Asamblea Departamental mediante la Ordenanza # 47 de 2019 y que
está a cargo, en su ejecución, por la Secretaría de Inclusión Social y
Familias, en todas las subregiones del departamento.
El objetivo de esta política es de reconocer
a las familias del departamento de Antioquia como un sujeto colectivo de
derechos y deberes, apoyándolas mediante acciones de atención integral y
fortaleciéndolas en su convivencia democrática para propiciar su desarrollo
integral.
El contar con una política para las
familias permite a la administración departamental el disponer de un mayor
presupuesto de inversión para desarrollar programas, planes y proyectos para el
bienestar y progreso de las familias junto a las acciones locales de los
municipios. Esta política también dispone de una Mesa Departamental de Familias
donde participan distintas organizaciones públicas y privadas que trabajan con
y para las familias en el departamento.
También se realiza, cada año, el Foro Departamental de Familias como un
espacio de reflexión sobre el cuidado en familia y el reconocimiento de sus
emociones y derechos. Todas las personas interesadas en el tema de familia
pueden participar del Foro, en forma gratuita, previa inscripción. La familia
en Antioquia hace parte de la agenda pública.
(www.vidayfamiliaantioquia.gov.co)
Hemos presentado un panorama general de
nociones y reflexiones del porque se afirma que la familia es no solo la
primera escuela sino, además, la primera agencia de formación de los seres
humanos. Así como de las distintas formas de organización familiar y de los
cambios y transformaciones que ha tenido en su historia.
BIBLIOGRAFIA:
Galvis,
Ligia. (2011). Pensar la familia hoy. Editorial Península. Bogotá.
La
Política Pública para el Apoyo y Fortalecimiento a las Familias en
Antioquia. Ordenanza #47 de
2019 de la Asamblea Departamental de Antioquia.
Las
Familias También Cuentan. Marco estratégico de la política pública para las
familias antioqueñas. (2014). Gobernación de Antioquia. Fundación
Bien Humano. Medellín.
Ley
1361 de 2009, de Protección Integral a la Familia.
Nussbaum,
Martha. Crear Capacidades: Propuestas para el desarrollo humano. Tercera
edición. Editorial Planeta. Bogotá.
Palacio,
María Cristina. (2020). La Familia: Meditaciones sociológicas en tiempos
ambiguos. Sílaba Editores. Medellín.
Palacio,
María Cristina. Muñoz, Hernando. (2012)- Política Pública para la Familia.
Alcaldía de Medellín. Secretaría de Bienestar Social. Medellín.
Puyana,
Yolanda y otros. (2007). Familia, Cambios y Estrategias. Alcaldía Mayor
de Bogotá. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. D.C-
Restrepo,
Dalia. (2017). Familia, Teoría y
Desarrollo Familiar. Universidad de Caldas. Manizales.
Salas,
Luis Julián. (2022). Las Familias Sí
Importan. Ensayos, reflexiones y debates contemporáneos sobre la situación de
las familias colombianas. Multigráficas. Medellín.
Sen,
Amartya. (1999). Desarrollo y Libertad. Editorial Planeta. Bogotá.